viernes, mayo 24, 2019

Gastar dinero en premios (2ª parte)



Esta foto es muy bonita. Pero, detrás de la foto, hay 32 millones de euros. En nuestras democracias, las personas que tienen el Poder y que deberían tener interés por resolver los problemas de la población son sujetos que jamás tendrán que esperar en una sala a que les atienda un médico del hospital, jamás tendrán que tomar metro y después el cercanías para ir a un destino, jamás tendrán que preocuparse en economizar para llegar a fin de mes... Las personas que tienen la capacidad para resolver las deficiencias de la sociedad no les afectan ninguno de esos problemas. Viven entre nosotros, pero en su propia burbuja. O, mejor dicho, no viven en nuestros barrios, no usan nuestros medios de transporte, etc., etc.

Si hay algo que me duele profundamente, lo digo con toda sinceridad, es la pobreza extrema de los totalmente excluidos de todo, o el hombre de cincuenta años que ya no tiene trabajo ni va a encontrar trabajo; o la familia que va a ser desahuciada, que se va a la calle, literalmente.

El rey Juan Carlos podía conseguir varias decenas de millones de euros con solo hacer unas cuantas llamadas y unas cuantas reuniones. ¿Y recogió ese dinero para reunir a sabios que propusieran planes para ayudar a los más necesitados? ¡Por supuesto que no! Recogió ese dinero para hacer un premio que entregaría más dinero a los que ya eran ricos. (Aquí conviene leer el comentario de ayer de Shurinam. Pero hay cosas que deben decirlas mejor los laicos y no el clero. En todo este asunto, estoy siendo muy blando, porque hay MUCHA tela que cortar.)

¿No es esto algo inmoral? Siempre nos acusan a los curas (sobre todo en las películas financiadas por los socialistas) que no hacemos otra cosa que hablar del Sexto Mandamiento. Pues bien, hablemos de otra cosa. Hablemos, por ejemplo, de los Premios Príncipe de Asturias. ¿No fue su fundación un acto indecente? Tienes un dinero y pudiéndolo usar para lo que quieras, lo usas para aclamar a los famosos del mundo; para que vengan a tu casa y puedas hacerte la foto estrechándoles la mano. La culpa, evidentemente, no es de Felipe VI, sino de su padre.

¿No es este asunto concreto un mero exponente de una tónica general? (Aquí he borrado varios ejemplos concretos más. En la primera redacción, eran varios párrafos.) Señores políticos, el dinero es una cosa muy seria. Hay gente que necesita, y lo necesita de verdad, el dinero, porque por salud o edad ya no puede conseguirlo por sí misma. Soluciones haylas, pero si el gobernante está más preocupado en galas de premios, en irse de viaje aquí y allá y cosas similares, no hay nada que hacer. El pobre seguirá siendo pobre, y el rico seguirá viviendo en su propia burbuja.

Lo que hay que hacer es declarar la guerra a la pobreza y buscar a la gente que sabe (que no son los políticos) para que planeen una campaña militar en condiciones, a largo plazo. Pero primero hay que ponerse de acuerdo en un plan que vaya a las causas. No seguir poniendo parches y más parches.