martes, enero 18, 2022

Biografías

 


He acabado de revisar mi segunda autobiografía. En esta segunda revisión me he reconciliado más con mi escrito. Me da una pereza inmensa buscar ahora editorial. Salvo que surja alguna propuesta interesante, de momento voy a esperar a presentarlo a valoración.

Hay que reconocer que en mi caso las propuestas interesantes nacen de contactos, de alguien que conoce a alguien. Así se publicó mi primera autobiografía.

Aunque mi primer libro se tituló Memorias de un exorcista, en realidad, se trata de una autobiografía. El título original y el que más me gusta no era ese. Este segundo libro hubiera querido que fuera un libro de memorias más bien, pero al final lo que ha surgido ha sido una biografía; con muchas reflexiones, pero biografía. Había muchas cosas que contar.

Summa Daemoniaca se publicó por una propuesta que partió de una editorial mexicana. Mi primera autobiografía gracias a una llamada de Pitita Ridruejo a una amiga suya. Todas las traducciones de mis libros han sido propuestas que han partido de otras editoriales. Salvo la versión italiana, que nació de un encuentro casual con el director de la editorial. Compadezco al pobrecillo escritor anónimo que presenta su original a una editorial, es como una sardina en medio del mar. Sus posibilidades de convertirse en ballena, son las mismas que tengo yo de convertirme en obispo a título póstumo.

Os confieso que he escrito este post en la esperanza de que algún lector sea primo segundo del subdirector de alguna editorial.

Pero he de ser realista, este año hay más posibilidades de que Putin invada Ucrania que el que yo publique mi biografía. Hay más posibilidades de que aparezca un segundo volcán en Palma que el que podáis hojear ese libro. El mundo editorial es así y resulta más probable que aparezca la variante COVID-h141-Terminator que no el que os metáis en la cama con mi obra en la mano.