viernes, septiembre 23, 2022

Me gusta tanto el cuadro original como la foto que lo imita

 

Hoy todo son malas noticias. Primero la báscula, esa enemiga. ¿De donde han salido esos 700 gramos de superávit en la cuenta del saldo? Ya este resultado me ha amargado mucho más que cualquier resultado putiniano en el referéndum del Dombás y Lugansk.

Ciertamente, hoy la báscula me ha impresionado mucho más que el apaga y vámonos de Vladimir “Kamizake” Putin. Pero para impresiones con susto, y os aseguro que no bromeo, la peor ha sido cuando hoy he visto la cara que tiene Berlusconi actualmente. No os pongo ninguna foto porque pensaréis que está editada. He visto momias de la IV dinastía con un aspecto mucho más natural que el de Silvio. La cantidad de mosquitos que deben haber muerto, intoxicados por bótox, al intentar saciar su sed sobre esa tez.

No hay ningún versículo de la Biblia que prohíba ir al cirujano estético; ni el más mínimo versículo del Levítico lo prohíbe. Ahora bien, el sentido común indica que más allá de cierta cantidad de bótox la cara se acaba convirtiendo en una máscara.