Hoy, por la tarde, día de
la Epifanía, he vuelto a ver, otra vez, por centésima vez, la escena de Ben-Hur
en la que los Reyes Magos adoran a Cristo. De verdad, no conozco ninguna
película que haya dado tanto en el clavo al representar esta escena bíblica. Porque
la escena de Ben-Hur tiene un punto de candidez, de ingenuidad, que creo que
refleja la verdad del Evangelio.
La música… qué dulzura perfecta
tan sublime para ese momento del nacimiento en Belén. No se requieren palabras:
la música, los rostros lo dicen todo. Mirad la misma escena en otras películas.
Los directores quieren intervenir más, hacer que los actores hagan más cosas y
lo estropean, no logramos meternos en la escena, suena a teatro. En Ben-Hur se
percibe lo sacro. Se nota que se filmó como algo sacro y el resultado fue
percibido así.
Aquí tenéis la escena:
Pero, como dije hace un
año, el momento más conseguido es cuando uno de los pastores atónitos se vuelve
hacia atrás, porque considera que debe tocar el shofar para avisar al pueblo
judío que ha nacido el Mesías.
Y, entonces, el mugido
del shofar calla y comienza el brillante toque, ¡impresionante!, de trompetas
de la fanfarria con que comienza el Preludio de la banda sonora de Niklos Rozsa.
Ese paso de la escena del
Nacimiento al toque del shofar es una escena que cinematográficamente me deja
atónito. No se podía hacer algo más elegante ni teológicamente con más sentido:
el shofar que marca los tiempos sagrados... Tengo en gran consideración Willy
Wilder, pero no creo que, sin la intervención de una inspiración de los ángeles,
se le pudiera ocurrir algo tan redondo.
Pero es que entonces ocurre
un verdadero milagro cinematográfico: el sonido del shofar da lugar a una
fanfarria que es como si nos expresara la alegría de los ángeles por el nacimiento
de Cristo. No, esta no es una fanfarria más. He escuchado no pocas, y esta es
la más inconmensurable que he escuchado.
Pero la unión de estos
tres momentos musicales (La Estrella de
Belén, el toque del shofar, la fanfarria del Preludio) es una conjunción excelsa.
Los tres momentos de la banda
sonora a los que me he referido los tenéis aquí: