Hace unas semanas estuve
en Mérida. Me invitó don Jesús Sánchez Adalid a dar una charla-conversación-concierto
en su parroquia. Don Jesús era un juez que dejó todo para ingresar en el
seminario. Después escribió una novela, su segunda novela, y fue un increíble
best-seller, un número uno de ventas.
Me sorprendió la cantidad
de cosas tan bonitas que tiene la ciudad de Mérida. En el siglo III, fue Mérida
la capital eclesiástica de toda Hispania. Llegó a tener 50.000 habitantes. La ciudad
también estará para siempre unida a la magnífica guía de la persona que me
acompañó esos dos días. No voy a citar ni su nombre de pila porque no le he
pedido permiso. Pero la ciudad gracias a su compañía lució con más luz sin
duda.
Allí pude comer con los
curas de la ciudad que ese día tenían su reunión de arciprestazgo. Os pongo
varias fotos de ese viaje. En la última, se me puede ver junto al célebre escritor.