Hace treinta años de un suceso tan entrañable para mí.
Viví en la televisión del seminario la caída del Muro de Berlín. Fue toda una
experiencia vital ver, día a día, el hundimiento de un imperio.
El mundo
imperial soviético fue para exactamente lo mismo que las batallas entre Atenas
y Esparta. En clase, en EGB, todavía estudiábamos, como algo vivo el Comecón,
que era el equivalente de la Liga del Peloponeso, totalmente dominada por el
régimen militarista espartano. Y también Estados Unidos (Atenas) tenía su
propia Liga de Delos. En verdad, aquel era otro mundo.
Post Data: Hoy he pasado un día de gripe y fiebre. Agravado con un dolor de cabeza intensísimo por la sinusitis.