Aunque, a veces, hable en broma respecto a los
lectores, lo cierto es que os respeto mucho. Hay gente que dice muy en serio
respetar a alguien y, en realidad, es todo lo contrario. En mi caso es al
revés. Tengo en mucha consideración a los comentaristas (sobre todo a aquellos
que voy conociendo por su asiduidad) y me gusta consultarles cosas.
En ese ambiente de respeto, querría responder a un
comentario de José Ignacio Lesaca. En realidad, no es una respuesta, es un
comentario a su comentario. Él escribió ayer esto:
Hombre, padre Fortea, algún que otro masón infiltrado
en la Iglesia sí puede haber. No lo digo yo, lo dice el experto en masonería
Manuel Guerra, conocido sacerdote. Le leí u oí por ahí que él pensaba que, en tiempos
pasados, pudo haber algún obispo masón en España. Y añadía que, en la
actualidad, no había ninguno. Y conste que yo no soy de los que piensan que la
Iglesia está peor hoy que en el pasado. Al contrario. Como muy bien dice usted,
no todo tiempo pasado fue mejor.
El bueno de don Manuel Guerra fue mi profesor favorito
mientras estudié en la Universidad de Navarra. Él fue el único profesor que fui
a escuchar en una asignatura que ya había aprobado. Lo hice por el placer de oírle
de nuevo.
Ahora bien, volvamos al tema. ¿Tenemos la seguridad de
un solo clérigo masón desde el Vaticano II? Fijaos lo que os pregunto: uno solo,
uno. La respuesta es no.
No me cierro a la posibilidad de que, en todo el
planeta, pueda haber tal vez dos o tres que lo sean, u ocho. No descarto que
haya alguien tan insulso que piense que hay que hacerse todo a todos, y llegó a
la conclusión de que también tenía que entablar relaciones con ellos desde
dentro. Si un cura (vi el vídeo en Youtube) llegó a pasearse en patinete en
medio de una misa, esto otro también es posible.
Pero aunque hubiera, en el peor de los casos, tres o
cuatro curas masones en Alemania y uno o dos en Brasil, eso no cambiaría nada
de lo que he dicho. E incluso esa posibilidad de algún “destalentado” es una
mera hipótesis.
Lo repito, no nos consta de un solo caso. Todo lo que
se ha escrito sobre el tema son construcciones hipotéticas sobre suposiciones.
Aquí no me vale el que alguien diga que todo está probado y más que probado
porque los masones buscan lograr, por ejemplo, una religión universal; y ese y
el otro eclesiástico favorecieron algo parecido.
Desde hace treinta años llevo escuchando que la
masonería quería en 1970 que los sacerdotes se quitaran el hábito eclesiástico.
Y que, dado que se lo han quitado, eso es la prueba de la infiltración. Os aseguro
que si en la tierra no hubiera habido ni un solo masón, en 1970 el mismo número
de sacerdotes se hubieran quitado la sotana.
Eso es como decir que como la masonería favoreció el
aborto y la ONU también, entonces la ONU está infiltrada. Ese tipo de
argumentos no prueban nada.
En muchas webs se da por supuesto esta infiltración. Por
favor, presentadme un solo caso seguro. Una cosa sí que os digo con certeza: ¡Magnifico
veneno del infierno convencer a los fieles de la Iglesia de que sus pastores y
jerarquías son, en realidad, servidores de la masonería! Esos católicos zelotes
le han hecho el trabajo al Diablo y con denuedo.
En la Iglesia teníamos muchos enemigos en el mundo en
el final del siglo XX. Pero ahora también tenemos a muchos destruyendo dentro
de ella: por el lado del ultraprogresismo y por el lado del ultratradionalismo.