Sermones en vídeo

jueves, enero 09, 2020

Hoy llega la respuesta, todo llega al final



Estimados amigos lectores: Reconozco que la pregunta que formulé ayer solo la podían descubrir los conocedores de la materia y solo ellos. Me encantan este tipo de retos. He leído todos vuestros comentarios, todos.

Lamento contestar a vuestras objeciones que todo en el horario está bien. Es decir, el ordenamiento de la jornada era así. La costumbre coral era esa y eso es un hecho histórico. Por eso no hay ningún error en lo que se afirmar.

Sin embargo, sí que hay un error en el hecho de que la persona que trascribió el texto o tal vez el escrito original se dejó una hora canónica.

Pablo Cuenca es el único que se apercibió de ello. Enhorabuena. Es un error en cuanto que supone una ausencia de lo que debería haber estado allí. En una lista completa debería haber estado. he mirado la definición de “error” en el Diccionario de la Real Academia y esto lo es, pues supone una equivocación del que hizo la lista.

La siguiente pregunta que hice es dónde habría que haber colocado los maitines. Lo normal hubiera sido unir los maitines con las completas. Primero las completas, después los maitines. En cualquier caso, antes de las laudes que se rezaban a las 8:00 de la noche.

Sin duda en este convento (como en todos) se rezaban, pero nada se dice de ello. He mirado los espacios de tiempo y no veo que haya ningún espacio entre completas y laudes. Y en el tiempo en que se dice “lecturas espirituales” tampoco, dado que se hacía una colación, una pequeña merienda. No habría, por tanto, tiempo material para el oficio más largo del día.

He llegado a pensar si la “colación” no debería tomarse en sentido de “conferencia” y que escuchaban unas breves palabras antes del oficio de lecturas. Pero el almuerzo era a las 12:00 y no tomaban ninguna comida (y esta muy pequeña) hasta las 20:30. Y tenía que ser pequeña, porque no mucho después se iban a dormir.

A pesar de todo, me inclino a pensar que lo transcrito como “lecturas espirituales” debía ser el oficio de lecturas. Pero me extraña mucho que una monja se refiera a esa hora de esa manera y no como “maitines”.

Este era el “error”. Muy bien, Pablo. Al resto, gracias por concursar y ofrecernos a todos vuestras extraviadas disquisiciones. En unos casos, fruto de la ignorancia; en otros, fruto de mentes calenturientas.