Todos conocemos la Creación en el Libro del Génesis. Hoy
he leído cómo pensaban los incas que era la creación. Extraigo el texto del
libro Suma y narración de los incas de Juan de Betanzos, en la edición de María
del Carmen Martín Rubio. El color rojo lo he puesto yo para resaltar algunas
palabras. Ha sido interesante para mí asomarme a la mentalidad de esas gentes
que poblaron esas tierras, durante milenios, tan lejanas de aquí:
«En los tiempos antiguos dicen ser la tierra e
provincias de Piru oscura y que en ella no había lumbre ni día y que había en este tiempo
cierta gente en ella, la cual gente tenía cierto Señor que la mandaba y a quien
ella era sujeta; del nombre desta gente y del Señor que la mandaba no se
acuerdan.
Y en estos tiempos, que esta tierra
era toda noche, dicen que salió de una laguna,
que es en esta tierra del Perú, en la provincia que dicen de Collasuyo, un
Señor que llamaron Contiti Viracocha, el cual dicen haber sacado consigo cierto
número de gente, del cual número no se acuerdan.
Y como éste hubiese salido desta laguna, fuese de allí
a un sitio que junto a esta laguna está, donde hoy día es un pueblo que llaman
Tiaguanaco en esta provincia ya dicha del Callao.
Y como allí fuese él y los suyos, luego allí,
improviso, dicen que hizo el sol y el día, y que
al sol mandó que anduviese por el curso que anda; y luego dicen que hizo las estrellas y luna.
El cual Contiti Viracocha dicen haber salido otra vez antes de aquella y que en esta vez primera
que salió hizo el cielo y la tierra y que todo
lo dejó oscuro y que entonces hizo aquella gente,
que había en el tiempo de la oscuridad ya dicha. Y que esta gente le hizo
cierto deservicio a este Viracocha y, como de ella estuviese enojado, tomó esta
vez postrera y salió como antes había hecho; y aquella gente primera y a su
Señor, en castigo del enojo que le hicieron, hízolos que se tomasen piedra
luego, ansí como salió. Y en aquella mesma hora, como ya hemos dicho, dicen que
hizo el sol y día y luna y estrellas, y , que esto hecho, que en aquel asiento
de Tiaguanaco hizo de piedra cierta gente y manera de
dechado [moldeado] de la gente, que después había de producir,
haciéndole en esta manera: que hizo de piedra cierto número de gente y un
principal que la gobernaba y señoreaba y muchas mujeres preñadas y otras
paridas y que los niños tenían en acunas [cunas], según su uso; todo lo cual,
ansí hecho de piedra, que lo apartaba a cierta
parte. Y [dicen] que luego hizo otra provincia de gente
en la manera ya dicha, y que ansí hizo toda la
gente de Perú y de sus provincias allí en Tiaguanaco, formándolas de
piedras en la manera ya dicha.
Y, como las hubiese
acabado de hacer, mandó a toda su gente que se partiesen todos los que él allí consigo tenía, dejando sólo dos en su
compañía, a los cuales dijo que mirasen aquellos
bultos y los nombres que les había dado a cada género de aquellos, señalándoles y diciéndoles:
"Éstos se llamarán los tales y saldrán de tal fuente en tal provincia
y poblarán en ella y allí serán aumentados; y éstos otros saldrán de tal cueva y se
nombrarán los fulanos y poblarán en tal parte.
Y ansí, como yo aquí los tengo
pintados y hechos de piedra, ansí han de salir de las fuentes y ríos y cuevas y cerros,
en las provincias que ansí os he dicho y
nombrado; e iréis luego todos vosotros por esta parte, señalándoles hacia donde
el sol sale, dividiéndolos a cada uno por sí y señalándole el [camino] derecho
que había de llevar"».