Sermones en vídeo

miércoles, junio 24, 2020

Palabras de Jesús



En la foto, he puesto el texto griego de la Septuaginta del salmo que cita Jesús. En rojo están las palabras: "Eloí, Eloí...".
.............................................
He leído vuestros comentarios y con estas líneas solo quiero añadir, no corregir. Aunque sí que hago mención de la especial profundidad del comentario de Lux. Este comentarista ha llamado la atención de algo muy interesante: que Mateo mezcla hebreo con arameo.
El post de ayer lo que prueba es que Jesús hablaba arameo. Porque, incluso en la Cruz, al citar el salmo ¡no lo cita en hebreo!

Es cierto que, después, Mateo hebreizará el comienzo de la cita. Pero como disponemos del texto de Marcos, sabemos que lo que, en realidad, dijo es Eloí, Eloí. La diferencia es pequeña, pero “Eloí” no es hebreo.

Y lo que sigue, con más claridad, no es hebreo: sabajtani en vez de azavtani. No es una errata mía, es una J en vez de una C, en el texto canónico.

Bueno, ayer solo pretendí, como curiosidad, que nos fijáramos en esta divergencia, que no contradicción. La cual muestra, una vez más, que la lengua que hablaba Jesús no era hebreo, ni siquiera cuando cita un versículo de un salmo.

Pero esta divergencia pone de manifiesto, el modo en el que los evangelistas escribieron el texto. Mateo, teniendo delante las notas sueltas (que después serían el texto de Marcos), no tiene problema en hebraizar el comienzo del salmo. Si el Espíritu Santo no hubiera intervenido, cuántas más cosas hubieran sido “adaptadas”. Pero es que así se escribía la historia en esa época. Y esta divergencia es ejemplo de ello.

Y Mateo no hace ese cambio para que se entienda mejor, porque lo que sigue del versículo es ya totalmente arameo. Así que Dios aquí ha querido dejar otro testimonio, otro, de como ellos, pobrecillos, hicieron las cosas lo mejor que pudieron, pero con una mentalidad muy distinta a la de ahora: y de ahí las divergencias.

Lo admirable es que al poner los sinópticos, uno al lado del otro, veamos las divergencias y ninguna contradicción. Y el caso de hoy es un buen ejemplo.