Comida
Gazpacho, jamón serrano
en cuadraditos (es más barato y solo es la parte magra) bien churruscados y un
yogur de mango, sin nada de azúcar añadida, untuoso, un vaso grande. Mientras veía
un documental sobre fondos buitre.
Trabajo
Tuve una polémica acerca
de si a los emperadores se les llamaba césar, comúnmente, entre el
pueblo en la época de Pablo; o si les llamó así generaciones después. Ahora ya
lo tengo claro, se les llamaba así.
Lo que no he logrado
saber, para mi novela, es si había algún término para denominar a las regiones
que hoy llamamos Grecia frente a la multitud de colonias fuera de esa tierra.
Tengo la sensación de que a la mainland se le denominó siempre con el
nombre de sus regiones.
Calor
No sé, estoy tan hecho a
la idea del calor en julio y agosto que siempre espero que haga más calor. Eso sí,
el próximo año sí que compraré un aparato de aire acondicionado para el salón. Este
mes pasado hubiera invitado a un par de familias a mi casa a cenar, pero
después me di cuenta de que el calor lo hacía imposible. Salvo que quisiera que
ellos se cocinaran a fuego lento.
Tristeza
Cada vez son más los
locales cerrados (restaurantes, comercios) en los que aparece el cartel de se
vende o se alquila. Es tan densa la atmósfera de pesimismo, de
pérdida de la ilusión. El que se haya establecido, con razón, la seguridad de
que el próximo año será pero que este, y el siguiente peor todavía.
En lo religioso, el coronavirus ha sido peor que Atila cortando cabezas: la práctica ha descendido de un modo que ya resulta claro que no se trata de un descenso transitorio, sino ya permanente.
Ayer seguí leyendo un poco de Tristes Trópicos. Está considerada como gran literatura, pero es un libro que veo sobrevalorado.
¿Qué puede pasar ya peor? ¿Que Trump mañana resbale en la ducha? ¿Qué Boris Johnson contraiga la rabia? ¿Que venga una peste aviar que extinga a todos los pollos del mundo?
Iba a poner la foto de un cura del siglo XVI, pero las fotos de macacos relajados es algo adictivo.