Sermones en vídeo

miércoles, agosto 05, 2020

Últimas sugerencias para una catedral (tercera parte)



Estas sugerencias no son arquitectónicas, sino de otros tipos:
—Los lampadarios eléctricos los desterramos para siempre al lugar del tormento. Habrá lugares seguros, totalmente seguros, donde se coloquen velas naturales. Si la gente pusiera demasiadas velas, se pueden diversificar esas limosnas hacia estas otras ofrendas: incienso, aceite para alimentar lámparas que cuelguen en las capillas, flores y perfumes.

—Las velas pequeñas, si hubiera tantas, se pueden fundir para que el cirio pascual esté encendido todo el día en un lugar de penumbra donde resplandezca con toda su dignidad. También sería bueno que seis lámparas de cristal con aceite estuvieran encendidas sobre el altar mayor desde que cayera la tarde, al menos, con una luz adecuada para que su luz destacara.

—Lo mejor es que la gente o ponga velas o dé dinero para incienso (pudiéndose poner algo de incienso a determinada hora delante del altar principal), pudiéndose usar distintos tipos de incienso. No siempre el mismo. O de dinero para flores, de manera que se pueda decorar una capilla solo con flores rojas una semana, solo con flores amarillas otra semana, etc. Haciendo combinaciones bellas muy pensadas. Mientras que si cada uno trae sus propias flores, esas combinaciones no serán posibles.

—Otra ofrenda será el perfume. Pudiéndose perfumar alguna imagen de la virgen o toda su capilla. El perfume puede cambiar cada semana. Otra ofrenda puede ser el aceite para alimentar, por ejemplo, las treinta y tres lámparas de la catedral. Lámparas como las que cuelgan del techo en la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén.

—Un ostiario encenderá las, por ejemplo, treinta y tres lámparas de aceite al atardecer, mientras ora, para darle un sentido religioso a ese acto. También el cierre de todas las puertas de la catedral lo hará rezando, con una oración en cada puerta. Por cuestiones de seguridad, cierto número de las puertas pueden estar cerradas salvo en las misas con mucha concurrencia.