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lunes, enero 25, 2021

Sí, en la primera pintura también está

 


Ceremonia de inauguración presidencial

Todas las ceremonias de inauguración del presidente de una nación tienen una característica común: ser ramplonas.

Creo que habría que algo más bonito, algo que fuera agradable en los noticiarios de ese día. En el sistema de mi libro La decadencia de las columnas jónicas, yo lo organizaría de la siguiente manera.

En este sistema constitucional, alguien es presidente desde el momento en que lo ha elegido el Congreso y acepta el nombramiento. Pero la ceremonia de juramento se hará unos días después en la fecha que el presidente decida. De tres días a una semana parece un plazo adecuado. Pero todos los poderes los disfrutará desde el nombramiento. La ceremonia tendrá las siguientes partes:

Llegada de la caravana presidencial. Recibimiento en la escalinata del Congreso por parte de una delegación de los congresistas.

Sala noble del Congreso: Situada dentro del edificio, en su cabecera tiene una gran escalinata con tres planos, al modo de Westminster Hall en el Edificio del Parlamento del Reino Unido.

En el plano superior, habrá dos tronos para los monarcas. El rey y la reina estarán presentes representando a la nación. Estarán allí como testigos del acto, sin intervenir en ningún momento. les rodeará la Familia Real y algunos nobles.

En el segundo plano, habrá tres grupos que representarán las tres cámaras, con los congresistas en el centro. Habrá siete miembros en representación de cada cámara. Un pequeño estrado de madera hará que los cuatro sentados detrás (en cada grupo) estén situados un poco más altos y sean visibles desde abajo.

En el tercer plano: A la derecha, estará el presidente y sus acompañantes, los que él decida; unas diez personas. A la izquierda una delegación del Ejército, unos diez generales. Ambos grupos estarán sentados uno enfrente del otro.

En el público habrá cien personas representantes de las instituciones del Estado a un lado de la sala, y otras cien escogidas por sorteo de entre toda la nación, simbolizarán la presencia del Pueblo.

Se evitará que la sala esté abarrotada, pues primará lo estético frente a toda otra consideración.

El presidente de la nación se colocará en el centro y escuchará la fórmula en la que el presidente del congreso (desde el plano superior) le pregunta si jura que cumplirá la constitución: ¿Juráis, etc. etc.? El presidente responderá: ¡Lo juro!

El presidente del senado le pregunta con otra fórmula si jura que se someterá a todas las leyes que ha aprobado y que apruebe el senado. ¿Juráis, etc. etc.? El presidente responderá: ¡Lo juro!

El presidente del tribunal supremo le preguntará con otra fórmula si acatará todos los veredictos y disposiciones del Tribunal Supremo. Jurará de igual modo.

Entonces el presidente del congreso le colocará el collar presidencial. Un collar grande (como el del Toisón de Oro) que tendrá que ser atado a las hombreras del frac. Será bueno que lleve pajarita y no corbata para que el collar resalte sobre la pechera blanca. Las mujeres podrán llevar el collar sobre cualquier tipo de vestido.

Acto seguido, si el presidente de la nación lo desea, darña un pequeño discurso. Se recomienda que no sea más largo de cinco minutos. No habrá más discursos que el suyo dentro de la sala.

En la escalinata del congreso: El presidente tras el discurso sale a a la escalinata del congreso. Allí es presentado como presidente a la multitud, solo eso. Dará otro discurso. Preferiblemente que dure unos cinco minutos. Acto seguido tiene un desfile militar.

Traslado al Palacio Real: Tiene lugar entonces la caravana presidencial hasta palacio. El coche presidencial irá rodeado por la Guardia del Congreso y precedido y seguido por la Guardia Real. Los reyes recibirán al presidente en palacio, ellos habrán dejado el Congreso tras el discurso presidencial de la Sala Noble, para que así en la escalinata esté el presidente y solo él, rodeado de gente, pero sin ningún otro acto que dar el discurso y asistir al desfile. Los reyes saldrán del congreso por la puerta de la segunda fachada, rodeados por su propia comitiva.

En palacio tiene lugar un banquete oficial. Asistirán entre cien y doscientas personas. Se evitará que asistan más personas para que no se masifique. Allí tendrá lugar el brindis final del rey tras la comida, y el tercer discurso del presidente si lo desea, discurso breve como los otros, cinco minutos como máximo. El discurso acabará con el brindis del presidente. De allí pasarán a otra sala a tomar un café. Ya no estarán sentados, sino de pie, pudiéndose saludar y moverse. Y cada uno se marchará de allí según lo desee.