jueves, febrero 04, 2021

Davos

 

Un lector escribía:

Padre, acabo de leer un artículo sobre las conclusiones de Davos 2021 y se me hace que hay una relación directa con su post. ¿Se animaría a realizar una nueva publicación relacionando los temas, si es que usted le encuentra relación?

En este blog, es la primera vez que voy a hablar de Davos. Me parece que nunca tampoco he hablado del Club Bildelberg. ¿Por qué? En mi modesta opinión, esos foros no tienen relevancia alguna en el funcionamiento ni de la política ni de la economía.

Los verdaderos asuntos, los importantes, los que sí que tienen influencia en nuestras vidas, nunca se han tratado en esos encuentros, sino en reuniones de las que nadie se ha enterado ni siquiera muchos años después. Para ahorrar palabras, a este tipo las llamaré reuniones de hierro, frente a las otras como las de Davos o Bildelberg que las llamaré reuniones teatrales.

Las reuniones teatrales son reuniones de mucha gente, no se decide nada, se dan conferencias, atraen mucha atención mediática, y siempre hay un buen número de invitados.

Las reuniones de hierro son aquellas a las que no se va a escuchar una conferencia ni una lección acerca de cómo es la vida y el universo, sino que se va a tomar decisiones. A esas van los que toman las decisiones y ni una sola persona más. Nadie se entera, no salen en la prensa. No son reuniones para hacer discursos.

Un ejemplo de reunión de hierro fue la que tuvo lugar, antes de la crisis del 2008, una noche, y a la que asistieron el gobernador de la Reserva Federal, el secretario del Tesoro, el presidente del Federal Reserve Bank of New York y los representantes de la junta de bancos del FED. En esa reunión ultrasecreta, celebrada a toda urgencia, se tomaron decisiones para evitar males mayores. No se pudo evitar, al final, aquella crisis económica tan profunda, que duró años y llevó al paro a millones de personas en todo el mundo, una recesión con tremendas consecuencias personales en tantas familias. Pero, en esa reunión y otras, se evitaron males mayores. Se evitó que la crisis se saliera de unos cauces razonables.

Acerca de esa reunión, se tienen todos los detalles. De otras no sabemos nada, pero estoy seguro que, hace bastantes años, se reunió Google con la Casa Blanca y líderes del Congreso para pactar que se dañase con leyes antimonopolio esa empresa por razones de interés nacional. Será un monopolio, pero será el oro negro del siglo XXI. Y ese oro negro estará en Estados Unidos. Estoy convencido de que esa reunión tuvo lugar.

Seguro que, en los pasados años, ha habido reuniones de hierro. Pero de esas nos enteraremos dentro de varios años.