En un vídeo
de mi canal, titulado ¿Puede un papa ser hereje?, es el vídeo nº4, me he
encontrado hoy con este comentario que os lo participo. Las palabras en granate
son las palabras de este “admirador mío”:
Nunca vi
tanta arrogancia en un solo hombre [se refiere a mí] y tanta ignorancia.
No se me hubiera
ocurrido empezar un comentario con un arranque tan wagneriano. Me dedico a la
literatura y esto me encanta. Nunca vi tanta arrogancia en un solo hombre y tanta ignorancia.
Cómo se
atreve a menospreciar y decir un hijo de vecino [se
refiere otra vez a mí], es decir un don nadie, a
tantos católicos que se forman y ven claramente lo que está mal, que no
manipulan la doctrina, porque usted altanero lo diga ni tampoco contraponen los
textos todo es difamación y calumnia suya.
Cierto que la
gramática sufre un poco en la boca de este comentarista, pero el sentido lo
transmite claro: difamación, calumnia, altanería, manipulación. Ya se ve que,
en mi campo, me esfuerzo y mi jornada da para mucho.
Hay laicos
con un espiritu de sabiduría muy superior a usted. ¿O usted se cree superior en
sabiduría solo por tener sotana? Por como habla, según usted sí. Qué arrogante.
¿Quién se cree usted para creerse dueño del don de sabiduría en circulos altos cuando el espiritu santo da estos dones como
el plasca asi lo ha enseñado la doctrina por años y ahora usted quiere decir
que los hijos de vecinos estamos mal y usted bien?
Sí, los hijos de los vecinos
muchas veces no están del todo bien.
Por favor,
cerrar los ojos y hablar así no lo hace espiritual lo hace fingido sufre del
vicio de la imaginacion no de la contemplación , preocupese por españa que es
un pais podrido por falta de doctrina de donde es usted y su pais se cae a
pedazos estando usted allí.
Sí, ya lo dice Federico
Jiménez los Santos que España no está del todo bien. Si algún día conozco a este
buen señor, me llevaré un casco y escudo antidisturbios. Solo eso, porque cualquier
cosa que haga, probablemente, lo azuzará todavía más.
Dejese de
andar publicando cosas de angeologia y demonologia que imagina que eso no suma
realmente a la conversión y haga lo que la iglesia le demanda que es enseñar
doctrina, no robe santidad en la iglesia, bien guardado se lo tenía el
menosprecio a los laicos, idiota arrogante.
Los últimos
dos calificativos de la postrera línea rompen un poco la tónica de caridad del
entero escrito. Pero sé que, en el fondo, me quiere. Seguro que estuvo a punto
de añadir: “Pero esto se lo digo con toda caridad, por su bien”.