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viernes, mayo 07, 2021

Maria Antonieta (la película) revisitada por tercera vez




Ahora mismo, he acabado de ver la película María Antonieta de Sophia Coppola. La he disfrutado mucho.

La primera vez que vi esta película, allá por el 2009, acabé defraudado. ¿Dónde estaba el guion? ¿Dónde la trama? Tuve la impresión de haber visto una película en la que se habían gastado inmensos recursos, logrando solo una película mediocre. Al menos, entretenida.

La segunda vez que la volví a ver, unos seis años después, lo hice con la actitud de visionarla como un mero espectáculo para los ojos. “Fíjate en las salas, en las vestiduras, en los jardines, en las comidas (es una película muy gastronómica), y olvídate de todo lo demás”. Con esta actitud, la película se transformó en un espectáculo visual, en una explosión estética de tonos pastel. Fue para mí muy agradable revisitar esas dos horas y siete minutos de “cuadros en movimiento”.

La tercera vez que he visto esta película, hoy he acabado, me ha llevado tres días, pues veo las películas mientras desayuno, almuerzo y ceno. Y esta vez me ha gustado más que ninguna de las primeras. Me he fijado, desde el primer minuto, en los personajes, en su psicología, en sus diferentes actitudes. Qué cantidad de matices, qué cantidad de detalles. Ahora me doy cuenta, mea culpa, de que la historia de esta película es esa sucesión de personajes, ese desfile de caracteres, ese conjunto de interacciones. La película muestra la burbuja real de Versalles ese es el guión. Hay una mínima evolución de algunos aspectos de la historia, por ejemplo, en cómo María Antonieta se va encontrando más a gusto en ese ambiente. Pero la película es Versalles, la cinta es toda ella un paseo por el palacio en su aspecto humano. Y no en todo el aspecto humano, sino solo acompañando al grupo real. Y, todo el tiempo, centrado en ella y no en el rey.

Ahora me he dado cuenta de lo magnífica que es esta película. Es arte, no es cine comercial. Es el rococó llevado al 7º arte. Es cine barroco en estado puro. ¿Es un exceso esta película? Sí, lo es y lo es queriendo. Recomendable para ver con calma, aguzando la vista.

Ah, y está el final. En mi opinión, una de las más geniales maneras de acabar una película: pura poesía, sobriedad. Un final que sería digno de un director que hubiera hecho cine toda la vida y que quisiera dar una lección a todos sus colegas. Porque hay cine para el "gran público" (puros adolescentes) y hay momentos en una película que solo podrán valorarlos los colegas directores de cine o los grandes críticos. El final de esta película entra dentro de los mejores finales de la historia del cine.