viernes, septiembre 10, 2021

En medio de noticias eclesiales tristes, una cosa que os hará sonreír


Ayer hice la llamada más extraña de toda mi vida. Y no creo que, en todo lo que me queda de vida, vuelva a hacer una tan estrambótica.

Hace un año, estaban dando en la televisión El nombre de la rosa y vi un par de minutos de la película. Vi, justamente, la parte en que Guillermo saluda a Ubertino. Y el viejo y lunático de Ubertino le dice:

¿Guillermo? Nooooo, tú no eres Guillermo. Y el anciano sigue repitiendo que no es Guillermo, hasta que el amigo, con toda tranquilidad, pues ya lo conocía, le convence de que sí que es Guillermo. El tono de Ubertino es irreal, cómico, de perfecto lunático.

Entonces cuando vi a mi a amigo, hace un año, habíamos quedado a comer, le saludé de la misma manera que Ubertino: “Noooo, tú no eres Pedro. Noooo”.

Fue una apuesta arriesgada, porque si mi amigo no hubiera visto la película se hubiera convencido de que me faltaba un tornillo, y de los gordos. Pero, entre risas, me dijo que casualmente había visto la película un par de días antes. Con lo cual no se paró de reír durante un varios minutos y él mismo se puso a imitar al lunático de Ubertino.

Pues ayer, estaba cansado a mitad de la mañana, y me imaginé que a esa hora le pasaría lo mismo a mi amigo. Así que le llamé sólo para decirle la famosa frase y que se riera. Fue un éxito. Se rio como pocas veces. Cuando se calmó, le dije que solo le llamaba para que se riera un poco y que no tenía nada que decirle más que esa frase.