Hoy he leído la noticia de la
inminente consagración de una catedral en Baréin. Podéis ver la imagen aquí:
https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=42099
Antes de escribir estas líneas he mirado
otros dibujos de este templo, fotos todavía no hay en la Red. Evidentemente,
los eclesiásticos que aprobaron los planos de tan anodino proyecto nada sabían de
la imponente catedral de Montenegro, consagrada hace tan poco, o del extraordinario
monasterio de Nový Dvur, o de otros ejemplos de magnífica arquitectura sacra
realizada en los últimos años.
Si lo que buscaban era levantar un
templo que dejara fríos a todos, lo han conseguido. Enhorabuena, una vez más. Solo
basta ver los edificios adyacentes al templo para retrotraernos a la peor arquitectura
de los años 70. Podían haber realizado un proyecto unitario que integrara todos
los elementos de un modo magnífico, tenían cientos de posibilidades; pero han
escogido lo que se ve: una opción sin alma ni arte ni ingenio. Aquí no hay más
cera que la arde.
El templo, claro, es mejor que la
típica iglesia de barrio ochentera, pero muy lejos de lo que hoy se construye
para oficinas y empresas en cualquier lado de Madrid, México DF o Estambul. Solo
en la capital de España podría poner infinidad de ejemplos actuales de edificios
para empresas mucho mejores.
Y esto de la arquitectura es un
signo visible de la mala administración de muchos otros recursos materiales y
humanos. Un jerarca que no tiene ni idea de algo que no es de su campo resuelve
la situación aconsejándose de los que tiene más cerca: un mal arquitecto
aconseja a otro mal arquitecto, un contable regular aconseja a otro tan regular
como él para otro puesto más alto; abogados, inversiones, etc.
Lo que habría que hacer es crear
mecanismos para escoger de un modo racional cuáles son las mejores propuestas,
las personas más adecuadas. No voy a hacerlo aquí, pero las empresas lo hacen. Hay
que acostumbrarse a crear mecanismos y procedimientos meritocráticos, dejando
de lado el “yo conozco a uno muy bueno que...”.
En fin, dejo constancia de mi
denuncia como miembro de la Iglesia que observa un vicio generalizado y que
desearía que se pusiese solución.
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Os pongo aquí una foto de la hace
poco inaugurada catedral de Podgorica. Por supuesto que costó más, pero esta NO
es una cuestión de dinero:
https://blogdelpadrefortea.blogspot.com/2016/10/la-arquitectura-el-arte-de-colocar.html
Reconozco que haber puesto yo esa
foto y la de nuestra catedral católica es casi un acto de sadismo. Reconozco
que he sido cruel.