Hoy he tardado un cuarto
de hora en encontrar mi coche en el aparcamiento de un centro comercial.
Tampoco era tan grande el lugar de los estacionamientos, pero se me había
metido en la cabeza que estaba al comienzo del aparcamiento, no al final. A lo
largo de quince interminables minutos buscaba y buscaba mi pequeño coche negro.
Con la edad se te meten en la cabeza lo que yo llamo “falsos recuerdos”: estás
convencido de algo y no es así. Puede ser el día de una cita, por ejemplo. Son
datos que tu memoria te presenta como totalmente seguros y te está traicionando;
no por olvido, sino por presentarte una errónea seguridad. Estoy convencido de
que es la edad.
....................
En ese centro comercial
he comido con un amigo. Había un larguísimo buffet de comida china. Pero por grande
que sea un buffet, a los 53 años la moderación en el comer se impone sin dificultad.
Y es que la comida no atrae tanto como a edades más jóvenes.
............................
Con la edad me duele
mucho más que los hijos de Dios no nos entendamos mejor dentro de cada nación,
que los partidos políticos y las ideas nos dividan tanto, nos enfrenten tan
amargamente. Camino de la vejez me he vuelto más sensible a este hecho que en
otra época me hubiera parecido natural e inevitable. Ahora no me parece ni
natural ni inevitable. Fruto de ese enfrentamiento nacen muchos males. Se dejan
de tomar las decisiones adecuadas porque prima la popularidad (para que no nos
venza el contrario) frente a hacer lo correcto.
También me he vuelto más
sensible a la pobreza. ¿Pero por qué tiene que existir tanta gente viviendo con
tanta estrechez o incluso sin nada? Sería tan lógico ponerse manos a la obra. Al
menos para acabar en cada país con los más desheredados.
Muy a menudo los partidos
de izquierdas solo hacen de los pobres un tema para sus discursos. Los partidos que son de izquierdas cuanto más
de izquierdas sean más tienen sus cabezas ofuscadas por ideas preconcebidas,
por teorías totalmente rancias y desfasadas, son los menos adecuados para hacer
algo por los pobres.
........................
Lo que está claro en el
2022 es que los humanos no hemos logrado crear un sociedad del encuentro, de la
colaboración. Me pueden quedar unos 25 años de vida, pero me hago ilusiones respecto a lo que me queda por ver. En España no nos ponemos de acuerdo ni cómo debe ser un voto telemático del congreso.