martes, mayo 03, 2022

Foto de mi dormitorio: sencillo, sin lujos.

 

Que el Tribunal Supremo de Estados Unidos pudiera revertir la sentencia Roe vs. Wade me parece la mejor noticia que he escuchado desde hace años. Ahora bien, creo que no se conseguirá. La industria del aborto moverá todos sus resortes, hará lo que sea, empleará inmensos recursos económicos para evitar una sentencia de ese tipo. ¿Qué están dispuestos a hacer? Lo que sea.

Como cuando el malo, en las películas, dice: El dinero no es problema.

Cuando las mujeres proaborto dicen que con su cuerpo hacen lo que quieren, hay que recordar que, desde un punto, estrictamente biológico, el embrión no es parte de su cuerpo. Está en su cuerpo, pero no es parte de su cuerpo.

Hay que ser justos y reconocer que si estamos en esta situación tan buena en que se puede poner en tela de juicio esa sentencia proaborto, es gracias a Trump. Es de justicia reconocérselo: cumplió todas sus promesas electorales a este respecto.

Eso no es algo normal en el mundo de la política. Pero en esto cumplió. Aunque el muro con México, todavía espera presupuesto para ser levantado. Y el presidente de México no se muestra del todo dispuesto a pagarlo. No, Amlo no está, precisamente, muy a favor de pagar.

Consejos al papa si va a ver a Putin: Santidad, no se tome allí ni un polvorón. Diga que no tiene ni hambre ni sed.

Si le dice que le regala una aplicación para su móvil, respóndale que solo se comunica por carta.

Si le ofrece un mayordomo ruso gratis, excúsese con que ya le tiene cariño al viejo Paolo.

Si le regala una televisión rusa, yo no caminaría desnudo delante de ella al salir de la ducha. Tampoco acepte un oso disecado para su apartamento.

Si le ofrece una sotana blanca de lino del Cáucaso, hiérvala a 150º y plánchela con el programa más caliente. Y recuerde que uno de los botones puede tener micrófono y chip. Incluso esas zapatillas de andar por casa, con carita de conejo y esas orejas tan monas... vaya usted a saber qué hay dentro de esas orejas, como mínimo antenas.