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jueves, junio 02, 2022

Dudas mesopotámicas

Ya estoy enfrascado en la novela sobre el exilio babilónico. Como mi novela sobre las plagas de Egipto comenzaba con una larga descripción del palacio faraónico de Tebas, pensaba dedicar tiempo a describir el palacio babilónico de Nabucodonosor. Todo lo estético lo tengo claro, pero me hubiera gustado destacar los elementos específicos de ese micromundo que era el palacio de Babilonia frente al faraónico. El problema con el que me encuentro es que me da la sensación de que los dos tipos de atmósferas palaciegas eran muy similares. Repito que la estética de cada uno sí que la tengo clara, pero la atmósfera, el ambiente, la organización, parece que evolucionaron de forma muy paralela.

Sobre esto he consultado a una profesora de Historia Antigua, con la que coincidí en un congreso, y no he logrado muchos elementos que me resulten valiosos para mi novela.

Lo que sí que me da la sensación (de momento no tengo datos) es que la población del reino de Judá había disminuido mucho desde bastante antes del exilio. La impresión que tengo es de que la Jerusalén de tiempos del penúltimo rey judío era una ciudad de unos diez mil habitantes.

También me resulta complicado entender cómo era posible tomar una ciudad bien amurallada con una cantidad razonable de defensores. Resulta claro que las ciudades eran tomadas. Pero con los medios de esa época cada vez me parece más difícil cómo lo conseguían si la ciudad estaba en lo alto de una montaña, como es el caso de Jerusalén.

Otra curiosidad no satisfecha todavía era si los judíos previos al exilio, los de una generación antes de los profetas mayores y menores esperaban un mesías, o todavía no. Me da la sensación de que no, pero no excluyo que la idea pululara.