martes, agosto 16, 2022

Esta fotografia es otro premio del Monochrome Award

 

Primer momento: Un sacerdote hace una afirmación que resulta inaceptable, herética, a los oídos de un oyente.

Segundo momento: El sacerdote le explica con calma en qué sentido es verdadera la afirmación.

Tercer momento: El oyente replica: “Con esos matices claro que es verdadera; pero con los míos, no”.

Cuarto momento: El sacerdote le pregunta si acaso no podía él sospechar en qué sentido la frase es verdadera.

Momentos de felicidad, también etapas de felicidad, también vidas felices:

El niño inca que, una generación antes del descubrimiento de América, juega con cuatro amigos persiguiendo ranitas en una laguna y espantando aves.

El joven camboyano que hace diez siglos da el primer beso tierno a su joven esposa y un año después abraza a su primer hijo.

El africano que para la gloria de Alá tomó la iniciativa de embellecer la mezquita de su pueblo, y sintió en su interior el agradecimiento del Dios invisible.

El anciano chino que, durante la dinastía Han, se detiene un momento, en una cena, a mirar feliz, en silencio, a las cuatro generaciones que hay alrededor de los cuencos de comida.

Qué encantadora la entrevista cuyo link puse ayer. El entrevistador no se entrevista a sí mismo. Ni se le pasa por la cabeza que haya necesidad de ofender al invitado para hacer una buena entrevista. El entrevistado saca lo mejor del entrevistado. Ese periodista construye, no destruye.