Del año pasado, me queda
el mal sabor de boca de dos amistades (no muy intensas, todo hay que decirlo)
que, tras una cena, se pusieron muy en contra mía cuatro tonterías que
ocurrieron durante la conversación.
No es que fuéramos
grandes amigos, pero existía la amistad. Y esta se fue al traste por cosas sin
importancia.
Mi experiencia es la
experiencia de la mayoría de las personas. ¿Por qué una amistad de años se
puede derrumbar por episodios anecdóticos?