Según me dijo un
sacerdote muy experto en cuestiones litúrgicas (que trabajó en el Dicasterio
del Culto Divino), no está permitida la exposición eucarística de la especie de
vino consagrado. La razón que esgrimió fue el peligro de que se avinagrara.
Yo no soy nadie. Pero pienso
que sería muy bonito que la autoridad del dicasterio pudiera reconsiderar esa
decisión. La imagen de arriba me parece que muestra cómo podría exponerse de un
modo muy digno.
Le tengo muchísima
devoción a la sangre de Jesucristo. Me gusta usar un vino muy rojo para que
hasta en su color parezca lo que es. Hay varios versículos de la Biblia que insisten en la sangre del Cordero Pascual como precio de la Redención.