Meditando sobre la
heroica Ucrania, veo que la historia es fuente de enseñanza, de paciencia y de
consolación. De las páginas de la historia os comparto un texto, abreviado y resaltado
por mí en algunas partes.
El texto está tomado de
aquí:
El texto es acerca del Día
de la Victoria y la acción de gracias a Dios. A Él, pues se tenía clara
conciencia que fue por el Señor por el que
ese día se podía celebrar la derrota del nazismo:
“In London, so vast were the crowds which visited Westminster Abbey and
St Paul’s, from 10 a.m. onwards, that informal thanksgiving services were held in
both churches at every hour throughout the day.
No sooner had one congregation filed from the doors, when another surged in,
filled the chairs and pews, and waited quietly till the next service should
begin”.
“Unprecedented scenes took place at Westminster in the afternoon, when
the House of Lords came to the Abbey and the
House of Commons to St Margaret’s to return
thanks for victory”.
Todos los discursos de odio
de Hitler tuvieron su verdadero y definitivo final en una oración elevada en la
Abadía de Westminster.
Todos los desfiles hitlerianos
de soberbia demoniaca tuvieron su conclusión en una procesión de los lores
hacia la abadía, y en otra procesión de los comunes hacia la Iglesia de Santa
Margarita.