Sermones en vídeo

lunes, mayo 11, 2020

Decorando un rinconcito de la casa. No es la mía.



El tema de la marca de la Bestia sobre la frente y el brazo de las personas es algo sobre la gente me pregunta incansablemente desde hace años. Examinemos el texto de Apocalipsis 13,16-17:

Also it causes all, both small and great, both rich and poor, both free and slave,
to be marked on the right hand or the forehead,
so that no one can buy or sell who does not have the mark,
that is, the name of the beast or the number of its name.

Como se ve, la marca no parece que tenga un carácter funcional, sino idolátrico. En la traducción que he ofrecido, la literalísima de la NRSV, se especifica que la marca es el nombre y el número; sea lo que sea esto del número.

Pero aquí me permito corregir al traductor, porque el texto griego, lo acabo de mirar, podría traducirse de estas dos maneras:
--“el que no tenga la marca: el nombre (...) y el número (...)”.  
--“el que no tenga la marca, el nombre (...) y el número (...)”.
Las dos traducciones son posibles y adecuadas al texto.

Pero, en cualquiera de las dos versiones, el tenor del versículo es acerca de lo idolátrico, sin ninguna indicación de su carácter funcional (aunque tampoco se excluya). Lo que le interesa al poder político de esa época es marcar con el nombre y el número de la Bestia.

El que se regularice, racionalice y mejore el sistema de pagos es algo inevitable. Lleva haciéndose desde siempre. No veamos en cada paso del proceso la acción del Anticristo. Conozco a gente que lleva una barbaridad de años oponiéndose hasta al código de barras de los yogures.