Esta foto es de la preciosa Sagrada Familia de Barcelona, una joya hecha con amor. Sin embargo, en el periódico El
confidencial leí un artículo en el que le preguntaban a varios arquitectos
sobre la catedral de La Almudena. Los comentarios son tan agudos que no me he
resistido a la tentación y a la esperanza: a la tentación de compartirlos
con vosotros, y a la esperanza de que alguien en un despacho importante
se percate de la necesidad de no tropezar cien veces en la misma piedra. Aunque
quizá no deba pecar con la mentira: No, no albergo esperanza.
Pero es que el acto de crítica
arquitectónica de la catedral fue una lapidación tan buena que os ofrezco
algunas líneas. Eso sí, en la “esperanza de que alguien, en algún despacho...”.
Una última cosa, la
crítica mía es respecto a la decoración. La obra del arquitecto Fernando Chueca
Goitia fue correcta e impecable, hizo muy bien lo que se encomendó. Insisto,
muy bien. además, tampoco él tenía libertad para hacer lo que quisiera. Pero su
obra (que tuve la suerte de ver desnuda, nada más acabada) ha sido desfigurada
lustro tras lustro.
A partir de aquí son líneas
sueltas del artículo:
Víctima de los caprichos
estéticos y de los cambios de humor de cada época.
Objetos decorativos
variopintos.
Una catedral con síndrome
de Diógenes cuya penúltima adquisición (2004) fueron las pinturas y vidrieras
de Kiko Argüello, pintor y líder del Camino Neocatecumenal. “Es un cruce entre
Lladró, el Museo de Cera y Las Vegas”,
La factura propia de la
Almudena, carece de personalidad, es un remedo de otra época hecho con escasos
medios y torpe remate.
Puro pastiche.
Suma estilos "a lo
loco" en pura compulsión de pastiche, tuvo su remate terrible con esas
pinturas que hacen que el conjunto no pueda calificarse sino como
"neo-viejuno".
El despropósito de la
Almudena no tiene arreglo. Solamente el tiempo y los ojos benevolentes de
visitantes chinos pueden atenuar el daño. Yo suelo pasar de largo sin mirar.
En la elaboración del
artículo, participaron muchos arquitectos. Yo me preguntaba, ¿pero es que ese edificio no tiene ni un solo apologista?