Hablando de catedrales, algunas
pequeñas sugerencias. Omito las mil sugerencias más peculiares de algunas obras
mías. Hablo de detalles que se pueden colocar en toda nueva catedral “normal”.
—Que tenga el mismo
número de puertas que las que aparecen en el libro de Nehemías que tenía
Jerusalén. Cada una con un relieve que indique de cuál se trata. Por ejemplo,
la Puerta de los Peces, o la Puerta de las ovejas, Puerta de la Fuente.
—Que tenga, a la altura
del triforio, portones de ventilación que se puedan abrir en verano. Portones pensados
en su colocación para que corra el aire.
—No hace falta decir que
hay que dejar una cámara de aire entre el tejado y la parte superior de la
catedral. No hace falta decirlo, pero (dada la experiencia de las iglesias
pequeñas) vale la pena de decirlo.
—Se puede colocar un
palomar de palomas blancas en alguna parte elevada. Las palomas blancas
pequeñas son una preciosidad.
—Conviene que las cosas
más bellas de la sacristía estén colocadas a la vista (y seguras y vigiladas)
en vitrinas en alguna dependencia aneja a la sacristía. Cálices, ornamentos,
báculos pueden ser colocados con explicaciones que sean una predicación.
—Toda buena catedral debe
tener una cripta. No concibo una catedral sin cripta gótica. La cripta puede
ser un modo de obtener beneficios. Por favor, sepulcros góticos o románicos. Lo
que sea, ¡lo que sea!, pero no cuadrículas banales en la pared.
—Mejor todavía una cripta
con dos niveles. En una parte, se puede enterrar a los obispos, presbíteros y
diáconos. Por lo menos, a algunos. La cripta hay que diseñarla para que sea
visitable, al menos, en grupos.
—Las torres deben ser visitables.
Si en una catedral se puede descender, debe ser posible ascender. Se puede
colocar una pequeñísima capilla para que incluso la torre tenga una función
cultual.
—Toda catedral sería muy
bueno que tuviera una cruz a tamaño natural con un crucificado lo más realista
posible; realista, pero noble. Del mismo modo, sería muy bueno tener una
réplica exacta del sepulcro de Jesús tal como debió ser cuando le sepultaron. A
ambos lugares, la cruz y el sepulcro se debería poder acceder para orar.
—En el sepulcro se podría
reservar la Eucaristía después de la liturgia del Viernes Santo y correr una piedra.
Antes podría haber estado tres horas (de 12:00 a 15:00) a los pies de esa
réplica de la Cruz. Y antes podría haber estado en distintos lugares de la
catedral que representasen los distintos lugares a los que fue llevado Jesús
hasta llegar al Calvario.
Mañana pondré otros diez consejos. Hoy leeré los comentarios por
si tenéis más sugerencias. Y recordad: A todo arquitecto de templos actuales no se le debe presuponer la inocencia. Los actuales son todos culpables.