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sábado, febrero 06, 2021

Zoología de la Bestia del Apocalipsis: aprendiendo de las bestias del pasado

 

Como parece que es un tema que os interesa, os voy a seguir dando algunas notas de cómo será el nuevo orden. Por supuesto que no he tenido ninguna revelación sobre el tema, ni me baso en ninguna, así que lo que digo no pasa de ser una opinión.

El nuevo orden será internacional, pero no logrará implantarse en todo el mundo. En el Apocalipsis, se dice cómo la Bestia intenta conquistar el mundo. Pero es en ese proceso cuando se produce la Batalla del Armagedón. Así que podemos decir de un modo lato que ser un orden mundial, en el sentido de que estará muy extendido.

El nuevo orden no puede ser masónico. La masonería misma ya no se aclara, realmente, qué es. Es un esquema de ideas completamente trasnochado. Ni el Poder está ya en sus miembros ni tienen unidad de acción. Otra cosa distinta es que apareciera, en el próximo decenio, algún tipo de nueva sociedad secreta. Pero a la masonería la veo imposible de reflotar.

El nuevo fascismo que supondrá el nuevo orden por supuesto que será rabiosamente antifascista. Claramente, tendrá un espíritu de izquierdas, libertario, antisistema. Para eso la población ahora es tierra fértil. Sería imposible que una ideología de extrema derecha ahora creciera en Europa o Latinoamérica. Cualquier nueva ideología que quiera prosperar tendrá que unir a los descontentos en una nueva labor fundacional de la sociedad. Y los descontentos son los que han quedado al margen de la economía. Esos pobres parados que malviven con ayudas ahora son un peso para la economía. El día que se organicen en un partido y se entusiasmen, el día que sean entusiasmados, ellos tomarán el Poder.

Para eso se necesita más pobreza. Cuántos más sean los descontentos, más posibilidades habrá de hacerse con los congresos de distintos países.

El bolivarianismo es un ejemplo perfecto. Se hizo con mando en varios países. Y con voluntad de no soltar ese mando bajo ningún concepto, aunque no lo lograra en Perú o Ecuador. Pero no olvidemos que el bolivarianismo, en su máxima extensión, comenzó a pagar partidos en varios países.

El nuevo orden europeo tendrá semejanzas, estoy seguro, con el bolivarianismo, pero será de cuño europeo. Probablemente, desarrolle una estética propia. El bolivarianismo ni tuvo estética ni tuvo ideólogos. También le faltó un líder carismático. Chávez agarró el Poder con sus manazas, pero nunca fue carismático. Tuvo adhesiones, tuvo apoyos, pero no fue el líder al que las masas siguen hipnotizadas.

Por supuesto que el nuevo orden defenderá los nuevos valores. Y llevará a los obispos a los tribunales. La Iglesia, todos los cristianos y todos los creyentes en un Único Dios que tiene unos mandamientos basados en la Ley Natural ocuparán el lugar que los judíos para el nazismo. La persecución será igualitaria, no solo contra la Iglesia Católica. Aquellas confesiones que acaten los Nuevos Valores no tendrán ningún problema con el Estado. La persecución comenzará por algunos individuos, considerados extremistas. E irá subiendo poco a poco hasta ser una persecución generalizada. Pero será poco inteligente perseguir a todos a la vez. Las leyes afectarán a individuos. Cada vez a más.

El nuevo orden planteará una reforma de la economía mundial. Cierto que esto es algo necesario. Pero esta reforma se organizará desde la típica improvisación bolivariana. Será muy difícil que el nuevo orden sea una gran obra de economistas. La presión de los descontentos, la necesidad de ser populista, hará que la reforma sea una inmensa suma de parches. No conozco ningún caso de populismo que haya realizado una buena reforma integral de la economía de una nación.

Un populismo internacionalista nunca es fruto de conjuras de millonarios, esta es una de las cosas que continuamente se nos intenta inculcar. Los millonarios siempre, en todas las épocas, han ido a lo mismo: hacer más dinero. Ahora, como siempre, los millonarios están desideologizados. Después, se unirán a lo que sea, como han hecho en todo el siglo XX. Un nuevo orden internacional tiene que surgir como fruto del entusiasmo popular, como una ola incontenible que arrastra las barreras del viejo orden. Eso es totalmente distinto a una conjura de salón entre unos cuantos millonarios. Ese tipo de conjuras sirven para poner a otro dictador o para derribar un partido en el Poder. Pero a la población no se le entusiasma desde ese tipo de salones situados en mansiones. Puedo poner varios ejemplos de cómo surgieron nuevos órdenes en el siglo XX: siempre fueron olas populares entusiasmadas por un líder carismático.

La tecnología no crea el nuevo orden. Los que no saben creen que el nuevo orden se basa en microchips, códigos de barras y hasta vacunas (ja, ja, ja). Un nuevo orden se basa en el entusiasmo popular por una nueva ideología. La tecnología servirá al nuevo orden, pero no crea ese orden. El nuevo orden debe tener una contenido, los chips no lo dan.