Este día celebramos la misa en la iglesia de un pueblo
llamado Cemil. Se trataba de un templo del siglo XIX que había pertenecido a
los turcos de habla griega de esa zona, pero que habían tenido que abandonar la
población cuando se produjo la independencia de Grecia y varias matanzas por
ambos lados: turcos muertos en Grecia, griegos muertos en Turquía. Esa iglesia
tuvo que ser muy bonita. Ahora era una ruina por dentro, pero mantenía su
dignidad. Por la tarde llegamos a Konya, la antigua Iconio, una de las ciudades
donde predicó san Pablo.
Al día siguiente, el sexto día del viaje, llegamos a
Antioquía de Pisidia. Allí celebramos la misa en la antigua iglesia de la
ciudad. De la cual solo quedaba en pie un metro o dos de los muros. Así como
unas capillas subterráneas.
Paseamos por lo poco que quedaba de la ciudad y nos
pusimos en camino hacia el oeste. Hicimos noche en Pamukkale, cerca de Colosas;
otra de las poblaciones en las que predicó el apóstol.
Seguirá mañana.