Sermones en vídeo

martes, enero 10, 2023

Brasilia-Pavlova

 

Debo reconocer que la Tarta Pavlova queda genial en las fotos, pero odio el merengue, me resulta empalagoso. Y el segundo ingrediente de esta tarta es la nata, otro ingrediente que no me gusta nada para los postres: demasiado dulce y con colesterol.

Alguien, al ver tantas fotos de este postre, podría pensar que me encanta, pero es justamente lo contrario. De hecho, no la he probado en mi vida.

Aunque ayer, leyendo sobre esta preciosa tarta, descubrí que se puede hacer merengue sin azúcar, y la nata se puede sustituir por crema pastelera. Eso ya sería otra cosa.

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Lo del asalto a los edificios institucionales de Brasil me da mucha pena. Es como asaltar la casa de todos. Asaltar el congreso de una nación es asaltar el edificio donde tiene su sede principal la libertad. ¿Cómo un grupo puede querer tomar por la fuerza el edificio donde se toman las decisiones entre todos los representantes del Pueblo?

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En mi libro Monclovia, ya había llegado a la conclusión de lo mucho que le gusta al género humano esto de asaltar y, si hace frío, incendiar. Por eso los grandes edificios institucionales tenían muchas ventanas (símbolo de apertura), pero en sus cuatro pisos inferiores, los edificios eran verdaderas fortalezas. Pudiéndose clausurar puertas (acorazadas) y ventanas (igualmente acorazadas) con solo tocar un botón en el centro de seguridad de esos edificios.

No solo eso, en Monclovia los retenes de fuerzas de seguridad están siempre dentro del congreso, senado y Tribunal Supremo. De manera que no tengan que trasladarse.

Los edificios de ese libro, desde la terraza superior y ventanas a partir del quinto piso, deben poderse defender como una verdadera fortaleza medieval con medios antidisturbios. Y eso sin contar con que el conjunto de edificios estaba protegido por un edificio-muro (de cuatro pisos de altura) que los clausuraba a todos dentro de un recinto donde estaban absolutamente prohibidas las manifestaciones. Y paro de enumerar las medidas de seguridad, porque en ese proyecto ese era uno de los aspectos más meticulosamente pensados.

¿Hay algo más humillante para una nación ver la sede de la soberanía destrozada por una multitud? La democracia siempre ha tenido problemas, siempre, pero la democracia es la solución.