Hoy, sábado, ha sido un
día de romería, con un colegio del Opus Dei. ¡Qué buen ambiente entre las
familias, entre los niños! De verdad que he salido edificado. Si esas familias
fueran toda una nación, otra sociedad sería posible. ¡Cómo se derramaría la bendición
sobre el país! ¡Cómo se irían resolviendo los problemas!
Por la tarde, he dado un
pequeño paseo con un matrimonio colombiano que mañana toma un avión de regreso
a su patria, y que hoy han venido a saludarme. Nos hemos comido una pizza y he
regresado a mi casa a descansar de un largo día.
En ese momento, una
señora ha venido a traerme tomates, berenjenas y huevos de un convento. Otro
convento me ofreció habas y tengo todavía que pasar al torno para recoger su
muestra de afecto.