El ataque ruso deliberado,
premeditado, con misiles a la central nuclear más grande de Europa, que está en
Ucrania, es una advertencia de Putin a sus envidiados y odiados vecinos
europeos.
Por supuesto que si hubiera querido
destruir un reactor, lo hubiera hecho. Esto era un aviso. El mensaje que nos ha
entregado, sin necesidad ni de papel ni de tinta, es que no le enfademos. De lo
contrario, una nube radioactiva puede recorrer todos los países de Europa
durante no varias semanas, sino algunos meses.
Los que hayan visto documentales que
trataron en profundidad lo que costó cortar la emisión de gases radioactivos en
Chernobyl saben lo difícil que fue y las vidas que costó. Putin se ha permitido
hacer explotar un misil cerca de uno de los reactores. Esta central es mucho
más grande que Chernobil.
Creo que la Unión Europa ha obrado
muy bien con el Kremlin. Ha sido una actuación llena de prudencia y mesura. Hay
que dejar que fermenten las cosas en Moscú y un día (o alguna noche) veremos
que Vladimir “pierde las elecciones”. El Estado Mayor pedirá ese mismo día
conversaciones, y todos le daremos una salida honrosa a Rusia.
Ahora bien, Washington, Londres,
París y Berlin deben, en el más absoluto secreto, pensar un plan B: qué plan quirúrgico
realizar si Putin entra en modo “Out of control”. Perdonad que no sea más
explícito, pero es que la fermentación kremlinística puede ir más lenta que su
locura.
De lo que ahora no hablo, sin duda
se hablará abiertamente dentro de unas semanas en todos los medios de
comunicación de Europa, debatiendo sus pros y sus contras. Ya dije que la
evolución del Kremlin va ser evaluada con unos derroteros más psiquiátricos que
racionales.
No es que yo sea un pesimista, pero
el loco del Kremlin ya nos lo había advertido y se lo hizo repetir a Lavrov y a
otra ministra. Hoy ha pasado a darnos un recado con misiles, y eso que ni un
soldado de la OTAN está interviniendo en Ucrania. No quiero ni pensar cómo va
estar cuando las medidas económicas se dejen notar en el pueblo ruso y haya
manifestaciones en las calles. Va a ser la etapa más peligrosa desde la Crisis
de los Misiles con Kennedy. ¿Os imagináis una Europa recorrida por
radioactividad durante un par de meses o cuatro? “No permitiré que paguéis la
reparación hasta que levantéis las medidas económicas”. Repararlo, además de
dinero, requerirá que no menos de cien héroes se sacrifiquen hasta la muerte
para hacer obras en los reactores y detener la emisión de gases.
Solo nos queda orar y pedir a Dios.
Pero pidiendo con la consciencia de que este es el primer capítulo de una etapa
de tribulación en la que la humanidad entró desde el coronavirus.
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Mine eyes have seen the glory of the
coming of the Lord.
He is trampling out the vintage
where the grapes of wrath are stored;
He hath loosed the fateful lightning
of His terrible swift sword.
His truth is marching on.
Mis ojos han
visto la gloria de la venida del Señor:
Está
aplastando la viña donde se guardan las uvas de la ira;
Ha liberado
el fatídico rayo de su terrible y rápida espada.
I have seen Him in the watch-fires
of a hundred circling camps,
They have builded Him an altar in
the evening dews and damps;
I can read His righteous sentence by
the dim and flaring lamps:
His day is marching on.
Lo he visto en las fogatas de cien
campamentos que rodean
Le han construido un altar en las
humedades y rocíos del atardecer;
Puedo leer su justa sentencia en la
tenue luz y en las flameantes lámparas.
I have read a fiery gospel writ in
burnished rows of steel:
"As ye deal with my contemners,
so with you my grace shall deal;
Let the Hero, born of woman, crush
the serpent with his heel.
Since God is marching on”.
He leído el ardiente mandato del
evangelio en pulidas filas de acero:
"Así como seas con mis
escarnecedores, así será mi gracia contigo;
Deja al héroe nacido de mujer,
aplastar la serpiente con su talón.
Ya que Dios está marchando"
Ha sonado su trompeta y nunca
llamará a retirada;
Ha cribado los corazones de los
hombres ante su tribunal:
¡Oh, apresúrate, alma mía, para
responderle! ¡Alégrense pies míos!
Nuestro Dios está marchando.
En la belleza de los lirios Cristo
nació al otro lado del mar,
Con la gloria en su seno que nos
transfigura a ti y a mí:
Así como ha muerto para santificar a
los hombres, vivamos para liberarlos.
Viene como la gloria de la mañana
sobre la ola
Es sabiduría para los fuertes, es
honor para el valiente.
Así el mundo será estrado de sus
pies, y el alma del equívoco su esclava.
Nuestro Dios está en marcha.