Sermones en vídeo

domingo, marzo 27, 2022

El sacristán montaraz y la paciencia del papa Francisco

 

¿Qué fue lo peor de la consagración a Rusia que se hizo el viernes? Indudablemente la capa pluvial. En eso están de acuerdo católicos y budistas, ateos y adventistas: la capa, en su género, tenía algo de insuperable. Es como un hito. Si no la hubiera visto, habría creído que la mente humana no era capaz de diseñar una capa pluvial tan... manifiestamente mejorable, como le gusta decir a un amigo mío catalán.

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Ayer hablé por teléfono con un muy buen amigo sacerdote. Nos reímos un buen rato, a carcajadas, porque nos imaginábamos la escena del papa llegando a la sacristía, y al querer ponerse esa capa, le sale el sacristán mayor, gordito, con mofletes encendidos y que con acento de sorna andaluza le dice con energía:

Sacristán: Santidad, usted no puede ponerse eso.

Papa: Sí, sí, quiero algo sencillo.

Sacristán: No, no, no, no.

Papa: Va, venga.

Sacristán: Que no, que no.

Papa: Pues yo digo que sí y ya está.

Sacristán: Pues yo digo que no.

Papa: Oye, el papa soy yo.

Sacristán: Usted será el papa, pero el sacristán mayor de la sacristía papal soy yo. Y usted no sale con eso.

Papa: Mira, no me hagas perder el tiempo. Soy el papa y me pongo esta capa y punto.

Sacristán: Pues ya le digo que de aquí no sale con eso, como que me llamo Federico.

Papa: Mira, majete, ya me estás empezando a cansar.

Sacristán: Pues póngase como usted quiera que con todo respeto ya le digo que “no” es “que no”. Beso su mano y su pie, pero ahora mismo me llevo esto de aquí.

Papa: Pero suéltala. Que la sueltes.

Sacristán: Yo no la suelto.

Papa: Pero que se va a romper.

Sacristán: Pues que se rompa.

Papa: Oye, escucha... ¿Aquí quién manda?

Sacristán: Pues usted.

Papa:¿Sin ninguna duda?

Sacristán: Sin ninguna duda.

Papa: Pues no hay más que hablar. Suéltala. ¡La capa!

Sacristán: Que no la suelto.

Papa: Que me la des.

Sacristán: Ay, pero que don Erre que erre.

Papa: Que soy tu jefe; a ver si así me entiendes así, don Terco. La ca-pa.

Sacristán: Que no le escucho. No le es-cu-cho. De aquí sale de aquí hecho un pincel y punto.