Pongo este mosaico, porque a un obispo de la época de este santo hay que imaginárselo vestido como este personaje o con toga. Mi post sobre Gregorio Nacianceno
se ha transformado en un fructífero diálogo con los comentaristas. Un diálogo
acerca de su personalidad y santidad.
Después de escucharos,
pero también después de leer más sobre él ayer, tras la cena, he llegado a
varias conclusiones no muy positivas para este padre de la Iglesia.
Vaya por delante que a mí
san Gregorio no me ha hecho nada malo. Un libro que me ha parecido el más claro
y con citas sobre su vida (escritas por el mismo san Gregorio) lo podéis
encontrar en este link. En su versión gratuita, podéis leer toda su vida hasta
la parte en que se traslada a Constantinopla:
Los textos resultan, a mi
entender, muy claros. Gregorio cae demasiado en la autojustificación. La descripción
que hace de esa ciudad es tremenda en boca de un obispo. Un obispo insultando
su propia sede. En esa época, lo que se escribía en una obra podía tener una
trascendencia como no la tienen los escritos de la nuestra. Es muy difícil
defender cómo puede insultar a una ciudad de esa manera. Alfonso ayer ya puso
la famosa cita.
Pero podéis comprobarlo vosotros
mismos en el libro que he dicho, en la cita que comienza con estas palabras: Midway along the high. He puesto las palabras
en inglés, porque así podéis usar el buscador.
Al final de esta descripción
de la ciudad se ve el resentimiento contra Basilio el metropolitano. No cabe
hablar de otra cosa que de resentimiento.
Por otra parte no es
tanto que no tomara posesión de la ciudad, como algunos han escrito para
defenderle y es el argumento que usó Gregorio. Lo que sucedió es que llegó, estuvo
un tiempo y no quiso quedarse. Véase la pg. 11 de ese libro en que él mismo lo
cuenta.
Por si fuera poco, la respuesta
al metropolitano fue desafiante. El texto no cabe calificarlo más que de
desafiante. Véase la cita que comienza con las palabras you reproach us with.
No tengo la menor duda de
que es un santo del cielo en cuanto que está en el cielo. Pero su ambición, el abandono
de su sede episcopal y su resentimiento que muestran sus mismos escritos a lo
largo de una vida, pues da muchos datos biográficos en sus obras, no ofrecen
mucha posibilidad de salvarse. Aunque repito que no tengo la menor duda de que
está en el cielo.
Fue famoso porque en otros campos sí que luchó denodadamente
por la ortodoxia de la fe. Fue un gran teólogo y un gran predicador, de eso no
hay duda.
Me voy a encomendar más a
este santo, me gustan los santos pecadores y no muy perfectos, me siento más
identificado con ellos.