lunes, abril 20, 2020

Día especial para el blog y para la familia de lectores



Hace años, tuve una ocurrencia que solo hoy voy a poner en marcha. Veréis, si de algo estoy feliz es de mi relación con mis lectores. Cuando me imaginaba mi vida como sacerdote escritor, allá por el 2002, creía que me reuniría una vez a la semana (en alguna cafetería tranquila) a conversar con mis lectores acerca de mis libros: que ellos me aconsejarían, me ayudarían, me señalarían mis defectos, me ayudarían a crecer como escritor. Me imaginaba unas reuniones de unas diez personas, a las que yo, esencialmente, escucharía. Porque iría a esas reuniones a escuchar.

Bien, eso no ha resultado así, porque mis lectores están esparcidos por toda España y América. Y hablar por email o Skype no me gusta. Yo disfruto de la relación directa, pero no de las relaciones virtuales, salvo que ya fuera amigo previamente. Ahí está el caso de mi amigo Washingtonio Areopagita, con el que hablo casi todos los días en la distancia, y un sacerdote jubilado de Madrid. Pero ya éramos amigos antes.

Bueno, eso no ha resultado como esperaba, pero sí que veo el afecto del que estoy rodeado. Un afecto muy grande. Pues hace tiempo se me ocurrió una nueva experiencia lector-escritor que añadir a los libros, los sermones y el blog: un día de puertas abiertas.

Es decir, un día en el que me conectaré a Youtube en varios momentos de la jornada; simplemente, para que os asoméis por una ventana a mi existencia.

Aunque comenzaré hoy, muchos no se enterarán hasta mañana. Así que lo haré hoy y mañana. La conexión será en directo en mi canal de youtube:
Si estáis suscritos, la ventana os aparecerá automáticamente en youtube al entrar en youtube. Si no, tendréis que entrar en el canal.

El horario (de hoy lunes y mañana martes) será el siguiente, las horas son de España:

12:00 p.m. Mediodía, rezo de sexta. Me conectaré diez minutos antes para que veáis donde escribo mis novelas y libros de teología.

4:30 p.m. Rezo del oficio de lecturas. Siempre lo he rezado a esa hora, desde los comienzos de mi sacerdocio. Es la única hora que se puede rezar cuando se vea conveniente.

7:00 p.m. de la tarde: Santa misa.

8:15 p.m. Vísperas

00:00 a.m. Medianoche. Rezo de completas.
Insisto en que estas conexiones no tienen otro interés más que el que podáis asomaros a mi vida en confinamiento.