En un giro forteniano respecto a los últimos posts,
voy ahora a ofrecer varias razones a favor de que el Opus Dei sea una prelatura
y que su superior goce de la ordenación episcopal.
La primera razón es que si un obispo de una
diócesis normal tiene unos 150 sacerdotes, no parece que sea desacertado que el
que dirige a 1500 sacerdotes sea un sucesor de los Apóstoles. Podría, sí, ser un
primus inter pares, un presbítero, el
que lo hiciese. Pero una cierta razón de proporción parece aconsejar la episcopalidad
de alguien que tiene un número tan notable de sacerdotes bajo su jurisdicción.
La segunda razón es que la no episcopalidad del superior
de cualquier asociación no asegura para nada la ausencia de divergencia de orientaciones
entre el pastor de una diócesis (el obispo) y el pastor de una asociación (el superior).
Exactamente los mismos problemas pueden darse con o sin ese sacramento ornando la
cabeza de un superior.
Con lo cual, frente a las razones que previamente he
dado en precedentes artículos, yo mismo reconozco que existe una razón positiva
de proporcionalidad y otra, digamos, negativa: no se resolvería ningún problema
o peligro con la no-episcopalidad.
Esto que digo no es una contradicción de mis anteriores
artículos. Ya he dicho que éste es un tema muy interesante, eclesiológicamente hablando,
y lejos de mí pensar que yo tengo razón y los demás no. Hay una tercera razón a
favor, y muy profunda, pero requeriría de un post entero para ella. Pero tengo mis
dudas si no he abusado un poco de mis lectores con un tema demasiado teórico que
quizá aburre a una parte de mis lectores. Porque no nos olvidemos que no todos mis
lectores son canónigos, frailes ociosos y curas de mal vivir. Aunque parezca sorprendente
también tengo lectores laicos. A veces también debo pensar en ellos.
Aunque me sorprende la afición a asuntos muy eclesiásticos
que tienen mis lectores anticlericales y los comunistas. Les debe atraer la física
de los polos opuestos. Mañana veré a ver qué hago. Ya se sabe que a este blog sólo
lo gobierna el capricho.
Ah, una broma, insisto en que es una broma. Si hubiera
sido Papa, hubiera ordenado que todos los miembros del Opus Dei se casaran con neocatecumenales
para crear un híbrido, porque los híbridos siempre son más resistentes a las enfermedades. Aunque, a decir verdad, tampoco tengo muy claro que hubiera salido. ¿Tal vez la Obra del Camino?