Hoy he acabado de ver Sunset Boulevard. La verdadera historia de Erich von Stroheim con Gloria Swanson es otra historia dentro de la historia. Una historia real dentro de un guion ficticio. No sabía que una Swanson jovencísima había estado a las órdenes de Von Stroheim como director muchísimos años atrás.
La figura del mayordomo refleja todo un mundo pasado que no se deja traslucir, un pasado con el que se ha aprendido a convivir. En este papel de mayordomo, Von Stromheim no puede evitar la mezcla de la realidad (pasado glorioso como director y presente triste como actor secundario) y la ficción (su papel en la película recordando tiempos gloriosos del cine mudo). Esa mezcla de ficción del guion y realidad personal constituye uno de los tapices cinematográficos más magistrales que haya yo visto nunca.
Un guion que es un
traje a medida para un actor secundario que fue un antiguo importante director.
Un traje fascinante, una parodia aceptada por los dos protagonistas. Formidable,
formidable, formidable. Lo que he disfrutado viéndola. Ah, estoy reconciliado
con la humanidad de nuevo.