domingo, noviembre 08, 2020

Qué preciosidad de edificio

 

Ahora que las aguas electorales han vuelto a su cauce y vuelve a salir el sol en Nueva Inglaterra y en el resto de tierras anexionadas más al oeste, me gustaría hacer algunos comentarios acerca del sistema electoral y constitucional de esa nación a la que tanto amo. La nación que produjo los dibujos animados de Bugs Bunny y la Hormiga Atómica. Razón que ya es suficiente para estarles para siempre agradecido. Ah, y Las aventuras del sheriff Lobo.

Primero. ¿A quién se le ocurre que, en algunos condados, la contabilidad de los votos la haga una máquina? Eso, probablemente, ya se le ocurrió a algún colaborador de Hitler. Y este debió responder: Imposible, no hay nadie tan tonto que caiga en una trampa así.

Segundo. Allí los votos se recogen en el lugar de votación y se trasladan (en cajas cerradas) a los lugares de recuento. Todo el mundo se da cuenta de que es más sencillo y más seguro, el sistema español. Los votos se reciben a la vista de todos (miembros de la mesa y supervisores de los partidos) y se cuentan a la vista de todos. Solo se envían los resultados.

El sistema americano es menos sencillo y mucho más inseguro. ¿Y si se sustituyen las cajas? (Es posible sí. Nunca hay una continuidad visual perfecta.) ¿Y si se destruyen? (Se puede atentar contra las cajas de los condados más favorecedores de un candidato.) ¿Y si hay problemas con la documentación que acompaña a las cajas? (Un solo funcionario del lugar de recuento puede hacer eso deliveradamente.)

Tercero. En Estados Unidos, un presidente sigue siendo presidente hasta que es elegido el nuevo de manera formal por el colegio electoral. Haga lo que haga, mientras no cometa un delito, seguirá siendo el presidente.

En España, no. Puede ser removido en cualquier momento por el congreso, aunque no haya cometido un delito.

Cuarto. Si después de nombrados por los compromisarios, muere el presidente de Estados Unidos y su vicepresidente, llegaría al Poder algún individuo que no está a ese nivel de capacidad. Y se mantendría en ese puesto hasta las siguientes elecciones. Alguien puede ser adecuado para una secretaria de Estado, pero no para ser presidente.

En fin, son cuatro puntos que se me han ocurrido y que se unen a otros puntos de la constitución de ese país (sobre los que ya hablé en otros posts) que ciertamente serían mejorables.