Para un blog
como este, en el que la literatura tiene tanta presencia, justo es decir algo
del microrrelato más famoso, el de Augusto Monterroso:
«Cuando
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí».
Sí, es
grandioso en su sencillez. Aquí no voy a innovar, voy a seguir el magnífico artículo
que escribió Carlos Mellizo en Nueva Revista. Algunas de las preguntas
que Mellizo se hace son las siguientes:
¿El monstruo
estaba en el sueño, pero también en la realidad?
¿Es un
dinosaurio o es símbolo de una realidad personal de carácter espantoso?
¿O, tal vez, había
un monstruo antes de dormir que vuelve a aparecer tras acabar el descanso del
sueño?
Si es así,
¿por qué se fue a dormir con un dinosaurio al lado?
¿Tal vez, el
dinosaurio es su amigo y comprueba con alegría que sigue ahí?
¿Él mismo es
un dinosaurio?
Si alguien
quiere leer el artículo entero, más extenso, más detallado, puede encontrarlo
aquí:
https://www.nuevarevista.net/libros/el-dinosaurio-de-monterroso/
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Cuando el
padre Fortea se despertó, supo quién era el abuelo de Shakespeare.