Casualmente, hoy he encontrado esta pintura antigua
que muestra cómo iban vestidos los canónigos de Estrasburgo. Voy a hacer un
pequeño comentario.
Primera figura
Voy de izquierda a derecha. El primer canónigo muestra
cómo iban vestidos cuando estaban de viaje a pie por el campo. Es una vestidura
enteramente laical. Si iban en carro, lo lógico era vestir como clérigo. Pero no
hace falta decir que los clérigos mundanos abusaban de esta licencia y se
vestían de laicos no solo en los viajes.
No existía una vestidura reglada para los paseos por
el campo, lo cual significaba andar por caminos de tierra y, frecuentemente,
con barro. Sí que existía una voluntad de ese capítulo por reglar estas vestiduras
de viaje, porque se observa que llevan la cruz de los canónigos sobre la
casaca. Pero, sin duda, vestían como les apetecía en esas ocasiones.
La segunda figura es el clergyman de la época. Sí,
desde el siglo XVII existía algo muy parecido al clergyman. Por supuesto que la
cruz pectoral solo la llevaban en ocasiones más formales. El calzado propio
elegante del clero era con hebilla. Esto se recordaba, pero no era obligatorio.
He conocido a un cura mayor español, párroco de un pueblo, que falleció hace
ocho años, que conoció esta costumbre para las ocasiones más formales. Pero nunca
fue obligatorio.
Tercera figura
La tercera figura muestra la sotana normal de
cualquier clérigo, solo que con la cruz de ese capítulo sobre la capa y la cruz
pectoral. Por la calle no llevaban esa cruz; por lo menos, no debía ser lo habitual. Pero podían ponérsela, si querían,
en una invitación a una casa o actos sociales similares. Pero no era lo normal, ni siquiera realizando funciones
pastorales en la catedral. Obsérvese que llevaban solideo negro y, en la calle,
tricornio. Un tricornio civil. Hasta el siglo XX, siempre hubo poco éxito en la
unificación de los sombreros eclesiásticos. El fajín y la capa era común al
resto de sacerdotes.
Cuarta figura
La cuarta figura es el hábito coral con muceta de
invierno. Exclusivamente, se usaba para actos en el coro de la catedral, procesiones, misa capitular, etc. Una muceta así, desde luego, daba calor.
Quinta figura
La quinta figura es el mismo
hábito, pero con muceta de tela, para el verano. Un hábito muy espectacular
porque los de Estrasburgo eran canónigos muy poderosos. Y eso se refleja en las
vestiduras. Ya se ve, por el grabado, que podían llevar guantes.