Bueno, ya he leído y
reflexionado sobre la cuestión que planteé aquí ayer. Gracias a varios por vuestras aportaciones verdaderamente útiles y valiosas. En el apéndice de mi
novela, explico el asunto con mas detalle, pero, resumiendo, pienso que las
comunidades de Jerusalén ayudaron a Mateo a escribir un evangelio que iba a ser
El Evangelio, el único evangelio. Cristo había hablado en arameo, la obra que
reflejaba lo que dijo el Maestro fue escrita en arameo para una audiencia judeo-palestinense
que hablaba esa misma lengua en su mayoría.
Los antioqueños que
llevaban recogiendo relatos de sus propios testigos antioqueños. No sé cuántos
judíos había en esa ciudad, pero pienso que unos 9 000. Jerusalén tenía 30 000
a mi entender. Así que el asunto de los testigos antioqueños no era
precisamente accidental.
Lucas, ayudado por toda
la comunidad, decide escribir una obra para sus comunidades, con sus propios
testimonios y la colección de dichos de Jesús que ya estaba circulando en esa
ciudad. Esta obra en griego estuvo pensada para Siria.
Y así se pasó de la idea
de un evangelio único, a un evangelio doble: uno para los palestinenses y otro
para los sirios. En ese momento en Alejandría podría haber unos treinta
cristianos y en Roma otros tantos. Tan pocos que ni son mencionados en los
escritos de la primera etapa.
Cuando se acabó, en un segundo momento, de redactar la obra de Lucas, pensaron que ese evangelio doble era la obra completa sobre el Evangelio y que no habría más.
Mañana diré como pienso
que surgió el evangelio de san Marcos y el de Juan.