En mi novela sobre san
Pablo me he encontrado con un problema que ahora me va a costar arreglar,
aunque lo voy a tener que hacer; no me va a quedar más remedio. En mi libro, el
Evangelio de san Mateo llegaba a Antioquía unos meses después del Concilio de
Jerusalén; concilio que sitúo en el año 48. El porqué de esas fechas, más o
menos, sería mucho más largo de explicarlo. Pero mucho más largo. Los asuntos cronológicos
son una pesadilla para esta novela.
Bien, en mi novela, así
lo había dejado ya sentenciado. Pero, al escribir hoy que a san Pablo le
enseñaban el rollo familiar (rollo físico) de la genealogía de Jesús (la que
aparece en el Evangelio de san Mateo), me he hecho consciente de un pequeño
problema.
En el plan general de la
novela, el Evangelio de Lucas se escribía de forma independiente en Antioquía,
unos años después del Evangelio de san Mateo. Y allí había otra genealogía
porque se habían basado en otro rollo familiar, este situado en Galilea.
Ahora bien, ¿cómo es
posible escribir un Evangelio independiente en Antioquía si Pablo y otros han
ido al Concilio de Jerusalén en el año 49? Al saber de la redacción mateana,
sin duda, hubieran detenido cualquier redacción antioquena hasta tener delante
el otro texto y poder cotejarlo. Eso resulta evidente. No puede haber dos
redacciones sobre el Evangelio en un tiempo cercano, pongamos dos o tres años,
y publicarla sin antes cotejar la nueva con la antigua. Y más con un trasiego
de personas entre Antioquía y Jerusalén.
La solución puede parecer
tampoco puede ser retrasar la redacción lucana más años. Porque entonces damos
todavía más posibilidades a que las noticias de la obra mateana estén presentes
en Antioquía y, por lo tanto, se sienta más la necesidad de cotejar los dos
textos y acoplar las redacciones, cosa que no se hizo.
Como veis, el problema es
difícil de solucionar. Y se puede sintetizar de esta manera:
--Las redacciones mateana
y lucana son independientes y sin cotejar los textos. La crítica textual
resulta clara y probativa en este punto.
--¿Cómo es posible una
redacción totalmente independiente si había trasiego de personas? Al menos, se
hubieran puesto de acuerdo en ciertos detalles. Y no lo hicieron.
Soluciones no posibles
Si retraso la redacción
de Lucas, el problema se agrava. Cuanto más tiempo pase, más posibilidades de
que la existencia de la obra mateana llegue a Antioquía. En este sentido, y por
las mismas razones, da lo mismo que retrase una redacción o adelante la otra. El
resultado es el mismo.
La redacción no puede ser
exactamente simultánea porque resulta claro que tardaron mucho en escribir los
Evangelios. No voy a extenderme en este punto. Pero en mi novela el primer
evangelio es redactado quince años después de la Resurrección. Es imposible que
tarden tantos años y que después todo aparezca repentinamente en dos o tres
años. Y tampoco eso resolvería el problema de no cotejar los textos.
Tampoco puedo poner la
redacción del Evangelio de Lucas en un lugar incomunicado. Los Evangelios
fueron redactados en grandes centros cristianos eso lo veo claro. Son una labor
coral, muy meditada y contrastada. Para nada son una labor personal, solitaria,
de un autor incomunicado. Fueron redacciones largas y muy consultadas.
Se vea como se vea, es un
problema cómo arreglar esto. No menciono para nada el asunto de fuentes comunes
primigenias que solo hacen que complicar más el asunto. Intento resolverlo
desde un planteamiento lo más sencillo posible.
Umberto Eco, ora pro me.
Marguerite Yourcenar, ora pro me.
Marguerite Duras, ora pro me.
Leopoldo Alas, ora pro me.
Robert Graves, ora pro me.
Borges magnificus et optimus, ora pro me.
No sé, voy a pedir la intercesión de san Juan Sebastián Bach también.