lunes, diciembre 09, 2019

Tradición y fidelidad dentro del barco de la Iglesia



El conocimiento de las fuentes, de la historia de la Iglesia, del desarrollo de los dogmas, nos muestra como las polémicas de ahora ya surgieron en las comunidades desde el comienzo. Y podemos ver cómo se fueron resolviendo esas discusiones, a veces verdaderas tempestades.

Vosotros, siempre estad con la Iglesia, con la Iglesia como un coro. Siempre con el colegio de los obispos, siempre con el vicario de Cristo. Después seguid los impulsos personales, más tradicionales o más modernos. Nadie os pide que sigáis un cristianismo neutro. Nadie os pide que sigáis una fe desnuda de todo elemento personal o entrañable. Obrad con libertad, pero siempre con la Iglesia.

Yo, en lo litúrgico, soy tradicional. Es lo que más me gusta. Pero, en lo teológico, me aprovecho de lo que escribieron los Padres Capadocios, pero también de lo que escribieron los teólogos alemanes del Vaticano II. No tengo que renunciar ni a unos ni a los otros. ¿Ser fiel a san Atanasio implica que no pueda escuchar con agrado al obispo anglicano Rowan Williams? En lo personal, estoy más cerca de Rowan Williams que con el obispo Atanasio, al que dediqué un sermón y varios posts, sobre todo me fijé en sus defectos.

No es que quiera estar entre dos aguas, no es que yo sea débil, no quiero congraciarme con nadie. Sencillamente, no tengo que renunciar a nada de lo bueno.

Uno de los comentaristas a uno de mis sermones en youtube me ha escrito hoy lo siguiente:
Sacerdote Fortea, lamebotas para mantener su comodidad, el diablo vendiendo cruces con su falta lealtad.

¿Me indigna? Ni lo más mínimo. Ese tal Gonzalo me juzga según sus pequeños esquemas. Cree hacer la obra de Dios con su condena. Pero no, no me enfada ni lo más mínimo. Le encomendaré en mi misa esta tarde.

El pobre fiel que suele leer cuatro webs intoxicantes juzga según lo que sabe. Yo no puedo entrar en el juego de las pasiones. La teología no es un combate de pasiones. La ciencia acerca de Dios debe ser abordada desde la oración y el respeto máximo hacia el Señor. Solo desde el Misterio de Dios podemos emprender la tarea de conocer qué quiere el Altísimo de la Iglesia que fundó.

..............................

Claudia escribió un pensamiento muy bonito: Estamos viajando en este momento en el barco de la Iglesia, con nuestras fortalezas y debilidades.

Tienes razón, Claudia, laicos, sacerdotes, obispos, el papa, todos viajamos (que forma tan bella de referirse a la vida) con nuestras fortalezas, debilidades, conocimientos, errores...

Lucía, no te preocupes por los insultos. No puedo pasarme el día borrando comentarios. Pero el que insulta se desacredita a sí mismo. El que insulta y odia ya ha dicho todo sobre sí mismo.

Un lugar de comentarios en un blog es como una plaza, como una asamblea. Todo el mundo tiene voz. Pero no todas las voces son iguales. Hay que distinguir entre voces y voces. Lo mismo pasa en la Iglesia a nivel universal. Debemos escuchar las voces sabias, las voces santas.