La imagen es un fotograma de la película Nebraska. Estos días, he comenzado a ver por segunda vez la
película Silencio. Cuando la vi, por vez primera, escribí una critica
muy dura. Pero es que esta segunda vez no sé si la voy a acabar y ya voy por la
mitad. Es una película con una completa falta de ritmo.
En las escuelas de cine, se estudia el modo magistral
en que Regreso al futuro es una película con un ritmo maravilloso en el
que cada escena te invita a ver la siguiente. La película fluye. Pues bien, en Silencio
no fluye nada. Ocurren cosas, pero ofrece la sensación de un estanque de aguas
muertas embalsadas.
El otro día vi, otra vez, La misión. Solo vi las
escenas en que aparece el cardenal. Esta vez reconocí que la he magnificado demasiado
colocándola la primera en mi “ranking forteniano de películas”. Creo que Amadeus
es mejor película.
Durante el desayuno, he visto el comienzo (que tenía
grabado) de El médico. No pienso verla entera ni aunque me paguen por ello. El modo en que presentan la Edad Media es tan
loco que casi hace gracia.
Esa época histórica, en el cine, siempre aparece
pintada con los colores de infierno medieval lleno de ratas, frío y oscuridad. Pero
es que en El médico los frailes dicen cosas, una y otra vez, que parecen
sacadas de una parodia de los Monty Python. Parece increíble que una gran producción
tenga una ambientación histórica parecida al sketch Nobody
expects the Spanish Inquisition!
Si queréis ver buen cine, os aconsejo la preciosa Nebraska, la inteligente El Gran
Hotel Budapest, la exquisita Gravity, The Artist, Quemar después de leer, Pequeña miss Sunshine, August; Osage county, entre otras.
Ahora estoy en el rodaje de la comedia ligera titulada Mil maneras de decorar el despacho de un cardenal, se trata de un musical. Comedia ligera, amable, que acaba con una edificante moraleja justo antes del happy end en el que el secretario Viganosky le da un abrazo a George Clooney que interpreta al cardenal. Le da un abrazo, le suelta, le mira a los ojos y le estrecha la mano diciendo: Creo que esto es el comienzo de una larga amistad.
Ahora estoy en el rodaje de la comedia ligera titulada Mil maneras de decorar el despacho de un cardenal, se trata de un musical. Comedia ligera, amable, que acaba con una edificante moraleja justo antes del happy end en el que el secretario Viganosky le da un abrazo a George Clooney que interpreta al cardenal. Le da un abrazo, le suelta, le mira a los ojos y le estrecha la mano diciendo: Creo que esto es el comienzo de una larga amistad.