No lleno de orgullo, pero con el
único propósito de informaros os diré que de mi novela de san Pablo se han
vendido 1200 ejemplares y se prepara la segunda edición. Como seguisteis tan de
cerca la realización del libro es por lo que he pensado compartiros ese dato.
Ya os comenté en su momento que me
de fueron utilísimos los trabajos de Jean Claude Golvin. Las pinturas de arriba
son de él. El nivel de amor a la verdad histórica de este autor resulta
admirable. He visto tantas reconstrucciones de tantos dibujantes. Ninguno
resulta comparable a este francés. Su visión de muchas ciudades fue
imprescindible para hacerme idea de las dimensiones y características concretas
de muchas poblaciones.
A este autor lo usé mucho no solo en
mi Paulus, sino también en mi Cuando amanezca la ira. Y es que
Golvin es tan bueno respecto al siglo I como al Egipto antiguo. En el caso del
mundo egipcio su ayuda fue mucho más útil, pues tenía yo menos referencias,
menos conocimientos.
El Teatro de Pompeyo aparece en el segundo dibujo. Ese teatro se sabe con detalle como era, así que decidí que apareciera en un capítulo de Paulus. Las fatigas de Golvin me permitieron lucrarme de sus esfuerzos y contar con un entorno vivo, realista.
Si este autor viviera en España, haría lo posible por visitarle por el placer de manifestarle mi admiración, de escucharle, de visitarle.