lunes, febrero 21, 2022

Nunca, nunca, nunca más la guerra

 

¿Qué sentido tendría no mostrar la más mínima intención de negociar por parte de Rusia y solo repetir sus exigencias iniciales una y otra vez? ¿Qué sentido tiene en las conversaciones haber sido grosero con todos los que se han acercado a mediar, a dialogar? ¿Qué sentido tiene evacuar a Rusia a la población civil de las regiones ucranianas conquistadas por Putin?

Sí, no hay ninguna duda de que el dictador asesino ha decidido invadir Ucrania.

..............................

Esto prueba que a todo dictador que lleve asentado en el poder supremo más de quince años siempre se le queda pequeño su país. Es una mera cuestión psicológica. La mentalidad tiránica siempre busca expandir más y más su poder en el propio país. Después, cuando ya no es posible ir más allá, empiezan a molestar las fronteras. “Por qué mi yo no puede someter a los que están fuera de mi nación de súbditos”. El yo empieza a sentirse encajonado, apretado.

.........................

En este conflicto resulta interminable la lista de chanchullos y marrullerías del Kremlin que demuestran que Putin engaña. Pero el descubrimiento de los metadata de los vídeos del líder ucraniano Pushilin es una metedura de pata de las que hacen historia. El proruso dice en el vídeo que se ha desencadenado una ofensiva ucraniana en esa zona, conflictos y tal, esa era la justificación para la evacuación, la violencia desatada por Kiev. Pues bien, los metadata del vídeo demuestran que varios vídeos fueron grabados dos días antes del comienzo (según los rusos) de esa violencia por parte de Kiev.

https://edition.cnn.com/europe/live-news/ukraine-russia-news-02-19-22-intl/h_ce9740910a589f378762a6c2c3664e53

Todo, todo, forma parte de un teatro para convencer a los pobres rusos de que el bueno de Vladimir se ha visto obligado a invadir.

....................................

Nunca, nunca, jamás, la guerra. La guerra es sufrimiento, muerte, destrucción. Generadora de odios, creadora de divisiones. La guerra solo sirve para el mal. Todavía no ha pasado, nada. Todo podría evitarse. La guerra siempre pone en marcha sucesiones de causas y efectos que pueden llevar muy lejos.

Nunca, nunca, la guerra. Ahora bien, el que es atacado tiene derecho a defenderse. Las manos de la víctima que se defiende se lavará la sangre de sus manos y quedarán limpias. Las manos del agresor quedarán manchadas de sangre por más que se restriegue con agua y jabón. El que se defiende matará, pero no será un asesino. La víctima matará al agresor, pero no habrá pecado del que absolverle. 

Putin impondrá con todo boato medallas a los agresores. Pasarán los decenios y serán medallas de la vergüenza, medallas para ser escondidas, para ser sacadas de una caja de cartón y enseñadas a los nietos con arrepentimiento. Las víctimas podrán ser arrolladas en el combate, pero dentro de un siglo serán recordadas con orgullo. Defensores de la soberanía y la libertad frente a un oso colosal que un día decidió salir de caza.