Para este día del Viernes Santo,
pensé en grandiosas ceremonias para el marco de un nuevo Vaticano. Se pueden
leer en Neovaticano. Ceremonias en la gran archibasílica, procesiones en
la réplica de Jerusalén que sería uno de sus barrios en ese enclave.
Después ideé unas ceremonias mucho
más sencillas para el marco de una gran catedral del siglo XXI. Se pueden
encontrar en La Catedral de San Abán. Años después diseñé un templo
centrado en la Pasión de Cristo, el “Templo Pasionario”; un espacio pensado
para recorrer los sufrimientos de Jesús a través de los instrumentos de su
pasión. Todo está expuesto en Claustros Edénicos. En mi obra Templo
Atanasiano propongo la creación de un espacio que sería óptimo como lugar
de peregrinación en Semana Santa, pues se prestaría como pocos a meditar sobre
el Calvario.
Con humildad reconozco que toda esta
tormenta de ideas no es que haya tenido un nivel de efectividad cercano a cero,
sino que ha sido realmente cero. Siempre queda la esperanza de que en milenio
del reinado de Cristo anden buscando ideas, precisamente, muy ambiciosas: tanto
en el marco como en las ceremonias mismas.
Sí, siempre queda la esperanza de
haber escrito para el futuro. Tal vez mi reino no sea ni siquiera el futuro. Puede
que mi destino sea que esos colosos arquitectónicos y los rituales que los llenan
habiten solo en el campo del ensayo literario.
En cualquier caso, el futuro puede
tener giros inesperados. El porvenir también tiene derecho a estar exento de
cualquier giro sorprendente para la futura vida de mis escritos.
♣ ♣ ♣
Dentro de unos años harán, seguro, alguna superproducción sobre Putin. La caracterización será perfecta. Hay que ver cuánto ha progresado el maquillaje. La película confío en que aborde con profundidad sus dudas, su psicología, la camarilla que le rodeó y le aconsejó.
Los
investigadores nos ofrecerán un cuadro adecuado de qué influencia tuvo cada amigo
y colaborador, de cuáles pudieron ser las conversaciones entre ellos, de los
movimientos internos en el Kremlin, entre los oligarcas, en el Estado Mayor. Es
una historia que lo tiene todo.
Pienso en una película tan profunda
y excelente como Nixon de Oliver Stone. Una película que penetra en el alma
del retratado.