Lo que escribió ayer Juan
Julio sobre cuestiones ortográficas y coronación fue utilísimo. Os recomiendo
encarecidamente su lectura. Yo mismo no sabía que la abreviatura “km” no lleva
punto al final. Gracias.
Voy a disfrutar mucho de
la coronación porque, al fin y al cabo, el ritual cristiano de coronación es un
modo de alabar a Dios, de reconocer su soberanía, de pedir gracias para el
nuevo soberano.
También disfrutaré a un
nivel meramente histórico y estético. Y me alegraré (con una sana envidia) del
orgullo que los británicos sienten por las tradiciones de su nación.
Yo soy antirrevolucionario.
El progresismo es insufrible. No se me ocurre nada mejor contra todo ese rollo podemita
que una coronación real. Ahora mismo estoy tan en contra de todo lo que sea antisistema
que me muestro totalmente a favor de las pelucas de los lores, del té con pastas
a las cinco, o de lo que sea.
Pero, al mismo tiempo, el
rey británico es solo un símbolo y nada más que eso. No le doy más importancia
de la que tiene. Aunque no son poca cosa los símbolos. Pero veo una diferencia
radical entre un ritual de ordenación episcopal (el obispo es un sucesor de los
apóstoles) y un ritual de coronación (el rey es solo un símbolo). Pero estéticamente
la coronación de un rey inglés sí que es un hecho que tiene su propio peso.
Algunos han comentado el
tema de la sacramentalidad de los obispos anglicanos. Creo totalmente lo que
enseña la bula Apostolicae curae. Ahora bien, hubo reordenaciones de
algunos obispos por parte de obispos pertenecientes a los viejos católicos,
pertenecientes a un cisma del siglo XIX. Y, por otra parte, en ese ritual de
coronación, los obispos anglicanos son cristianos que oran a Dios, y nuestro
Padre escucha todas las oraciones.
Por esas dos razones, el
ritual de coronación no es, como piensan algunos, algo vacío y hueco. Para nada.
Es un acto comunitario de oración dirigido por los pastores de esa comunidad de
creyentes. Sin duda que a la ceremonia que asistirá un cardenal y dos obispos
católicos.
Pero sí, un obispo lleva sobre sí símbolos de realidades. Un monarca actual lleva símbolos de poderes pretéritos, poderes que ya no existen. Y estoy convencido de que los mismos obispos anglicanos participan de esta visión de la monarquía que he expuesto. Ellos pueden ser muy patriotas, pero tienen muy clara la diferencia entre lo que pertenece al campo del mundo y lo que pertenece al campo de Dios. Pero ese orgullo es muy legítimo y me uno a su alegría. Porque todas las alegrías de todos los pueblos son mías. La Humanidad es una sola familia.