
En el Volumen I de los Ensayos Teológicos de Hans U. von Balthasar he encontrado un comienzo verdaderamente genial, fantástico. Se trata del arranque de su artículo titulado El universalismo cristiano, que os participo:
Si para muchos católicos el pensamiento de la Iglesia ha encontrado su fin (glorioso) con Tomás de Aquino, del mismo modo para muchos protestantes el mundo comienza con Lutero, y si algunas veces se pierden detrás de la empalizada de la Reforma, lo hacen sólo para demostrar que todos los caminos conducen a Wittemberg. El medievo era pelagiano, el mundo de la patrística era pelagiano, ya Ireneo era papista. Y suscriben plenamente la frase Claudel: De ningún santo está escrito que fuese necesario, pero Lutero debía venir.
Después de esta magnífica cita, esperaríais una gran reflexión. Pues no. Os dejo con esta noticia sobre París Hilton que transcribo:
Esta famosa rubia hoy no es noticia por sus compras o por ir a una macro-fiesta, sino por su solidaridad. Pero solidaridad con los animales. La celebrity estadounidense iba andando por las paradisíacas playas de la isla de Bali, cuando se encontró con un perro callejero. Al verlo tan desnutrido encargó un filet mignon, que asegura en su twitter: ¡le ha encantado!. Se ve que este episodio ha calado en la joven Hilton, y ahora está haciendo campaña en la red social: Es importante que todo el mundo se conciencie de las cosas que están mal en el mundo. Yo estoy usando mi voz para hablar en nombre de estos animales, que no pueden.
También se ha encaprichado de los monos de la isla y quiere llevarse uno a su casa porque: es muy divertido darles de comer plátanos.
Después de estas dos partes tan heterogéneas en este post, con una foto que hace juego con este texto, concluyo con una de las mejores citas de mi vida, un día que estuve verdaderamente inspirado, fue cuando dije lleno de sentimiento: ¿Y te dices amigo mío? Sí, claro. ¡Pues ya veo cuánto me has retwiteado!